Jóvenes que esperanzan: un encuentro lleno de vida en Valladolid

Del 4 al 6 de abril se celebró en Valladolid el esperado encuentro de Jóvenes FI y Alcor, bajo el inspirador lema “Jóvenes que esperanzan”. La cita tuvo lugar en el Colegio Jesuitinas Sagrada Familia y reunió a jóvenes procedentes de diversas ciudades como Madrid, Vigo, Burgos, Bilbao, Pamplona, Sevilla, Granada, Málaga y Elche.

Organizado con mucho cariño por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) y los coordinadores de Alcor, el encuentro fue una oportunidad para compartir, celebrar, reflexionar y crecer juntos como familia.

Además de los espacios de convivencia y reflexión, los participantes visitaron lugares significativos en la vida de la Madre Cándida, como la casa en la que vivió en Valladolid y la Iglesia del Rosarillo, donde recibió la inspiración para fundar la Congregación. Una experiencia cargada de sentido y conexión con las raíces del carisma.

Fueron días intensos y llenos de esperanza compartida, en los que se encendió en muchos el deseo profundo de ser luz en el mundo.

Aquí compartimos el testimonio de dos jóvenes participantes:

“Para mí, este encuentro ha sido un chute de adrenalina. Me emocionó ver a tantos jóvenes que comparten mis inquietudes sobre la fe y la esperanza. Lo viví con mucha ilusión, reencontrándome con amigos de otras experiencias y conociendo a personas nuevas.
Esta experiencia me ha llenado profundamente. He descubierto más sobre la historia de la Madre Cándida y me ha despertado nuevas inquietudes sobre su vida. Me siento muy contenta y agradecida por haber participado en este encuentro. ¡Espero con ganas e ilusión el próximo!”

Natalia Ferrer, joven de Pamplona

“El encuentro ha sido una experiencia muy especial para mí. A mis 21 años, a veces cuesta mantener viva la fe entre tantas cosas que pasan, pero este lema, “Jóvenes que esperanzan”, me llegó al corazón. Sentí que Dios me hablaba directamente, recordándome que no estoy sola, que en medio de mis dudas, Él confía en mí incluso cuando yo no lo hago. Ver a tantos jóvenes con el mismo deseo de caminar juntos y comprometidos, fue un chute de energía y fe. Me voy con el corazón lleno, sabiendo que soy parte de algo más grande y que, de verdad, hay esperanza en cada uno de nosotros”. 

Haizea Roldán, joven de Bilbao

Este encuentro ha demostrado que los jóvenes siguen siendo semilla de esperanza en el mundo. Nos vamos con el corazón lleno, con ganas de seguir soñando, construyendo y siendo luz allá donde estemos.