EDUCACIÓN

La persona autónoma se caracteriza por la seguridad interior, que la sostendrá cuando la estructura de los valores se tambalee. Es una persona sólida, que a la vez es flexible en ante la realidad. Su solidez le hace libre respecto a los impulsos internos y externos, las coacciones. Es una persona agradecida por todo don recibido, que lo pone al servicio de los demás. Muestra capacidad de reflexión para conocerse a sí misma y permitirle reconciliarse como criatura limitada. Se plantea y tiene un propósito en la vida: es capaz de decidir y de adoptar un compromiso.

La persona comprometida se empeña honestamente, y desde la fe, en la transformación sociopolítica de las estructuras para alcanzar la justicia. La persona comprometida se sentirá llamada a mirar el mundo desde Dios, descubriendo la bondad y la belleza de la creación y de las personas; pero también los lugares de dolor, miseria e injusticia; podrá discernir las necesidades más urgentes de su tiempo. De la contemplación surgirá el agradecimiento por tanto bien recibido, y de ese agradecimiento, el deseo de comprometerse a ser agente de cambio.

Una persona creativa es quien es capaz de resolver un problema o de valorar lo dado, lo hecho… de desarrollar sus capacidades desde lo hondo. La creatividad tiene un potencial que no se agota. Es un estilo de vida, una vida llena del deseo de innovar, de explorar nuevas formas de hacer las cosas, de convertir los deseos en realidad.