Este lunes, al iniciarse la Congregación General XIX con la misa de apertura, nos llegó la inesperada noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Fue un impacto para todas. En estos días, miles de personas se han acercado a la Basílica de San Pedro para rendir homenaje al Papa Francisco, cuyo cuerpo ha sido expuesto en la capilla ardiente. Entre los fieles, cuatro Hijas de Jesús, congregadas en Roma, tuvieron la oportunidad de asistir. Además, unas horas antes, Clara Echarte FI pudo despedirse personalmente del Pontífice entrando en el primer grupo en la basílica. 

Compartimos la experiencia de nuestra Superiora Provincial, Rosa Espinosa FI, tras haber pasado más de tres horas en fila para rendirle homenaje.

“Estuvimos esperando desde las nueve menos cuarto de la noche, y logramos entrar a la Basílica justo a medianoche. La espera, aunque larga y cansada, se vivió en un ambiente de recogimiento y fraternidad. Lo importante no es la espera, sino que esa espera te prepara para algo significativo, para el encuentro con alguien que fue nuestro pastor, nuestro pontífice, el puente entre Dios y su pueblo”, expresó con emoción.

Basílica de San Pedro en la despedida del Papa Francisco.

Basílica de San Pedro en la despedida del Papa Francisco.

Durante la vigilia, Rosa destacó la diversidad de personas presentes: italianos, alemanes, ingleses, españoles, jóvenes, familias con niños pequeños.

“En la espera una se va haciendo consciente de a dónde va y de la importancia de ese momento”.

Al ingresar a la basílica, el silencio que la envolvía acentuó la solemnidad del momento. Rosa recordó con gratitud las veces que vio al Papa en vida, tanto en la audiencias 2019 como en la JMJ de Lisboa. En esta ocasión, tuvo el privilegio de acercarse a la zona reservada de oración, donde pudo agradecer profundamente su legado.

“Ante esa persona sin vida, pero llena de vida, solo me salió decir: gracias. Gracias por tu luz, por tu humor, por tu cercanía, tu sencillez y por haber sido un faro en este tiempo de incertidumbre. Así como por haberme estimulado en mi ser de cristiana, de religiosa. Porque ha sido un Papa con el que he compartido la espiritualidad ignaciana”.

Homenaje al papa Francisco dentro de la basílica de San Pedro. Foto: Vatican News (vaticannews.va)

Homenaje al papa Francisco dentro de la basílica de San Pedro. Foto: Vatican News (vaticannews.va)

La despedida no solo fue un acto personal, sino también congregacional. Pidió por este tiempo de Congregación General XIX en el que nos encontramos, cuyo inicio estuvo marcado por la noticia de la muerte del Pontífice.

“La noticia nos llenó de silencio, pero sobre todo de mucho agradecimiento”, concluyó.

Rosa describió ese momento de entrada a la basílica como un auténtico regalo. Desde su llegada hasta que se acercó al cuerpo del Papa, vivió una profunda emoción marcada por el respeto y la solemnidad del entorno. La presencia de la Guardia Suiza, con su actitud serena y firme, le transmitió el peso de ese instante y la importancia de quien descansaba allí: un líder que, en sus palabras, “ha sido eso: un líder para toda la humanidad”.

El testimonio refleja el impacto profundo que el Papa Francisco ha tenido en la vida de miles de creyentes y el legado que deja en una Iglesia que, gracias a su liderazgo, ha aprendido a comunicarse con más claridad, cercanía, humanidad y esperanza.