Contamos por miles el número de fallecidos estos días, pero detrás de cada uno hay un rostro, una historia, una familia que ama, sufre y reza. Henar Martín, Hija de Jesús que vive en el barrio de La Ventilla (Madrid), comparte con nosotros su experiencia de Vida en la muerte de su hermana Tere. Gracias, Henar. 

 

Quiero comunicaros lo que siento ante la muerte de mi hermana Tere en este tiempo pascual donde la muerte-resurrección están tan presentes.

Cuando se vive de cerca la enfermedad y la muerte de un ser querido, se tiene la certeza desde la fe, no sólo de que Dios existe, sino que también de que es Padre-Madre, que con El todo es posible y superable.

Esa confianza básica en un Dios que es amor y nada más que amor es la que nos da la fuerza para vivir con paz los acontecimientos más adversos de la vida. Desde esta experiencia he podido yo vivir la enfermedad y muerte de mi hermana.

Ante determinados acontecimientos como la muerte y otros contratiempos caben dos posturas: o rebelarnos contra Dios, contra la vida y los demás o bien optar por vivirlos desde la fe y yo he optado por esto, mejor dicho, ha sido Dios quien me ha regalado la fe, gracias a ella se puede descubrir el sentido de todas las cosas, si no en el mismo momento, pasado un tiempo…

Superando las limitaciones del lenguaje y la comunicación, estos días yo me imaginaba a Tere que me decía algo así:

“Si me quieres de verdad, no llores porque yo estoy feliz en el cielo, con los santos y los ángeles y yo entre ellos alabando a Dios. Si conocieras lo que allí te espera cuando vengas, el gran regalo que Dios te va a dar y del que yo ya disfruto, no llorarías; así que si me quieres no llores. La muerte no es nada, es solo cruzar una puerta, pero la vida continúa de otra manera. Sé que sufres porque ahora no me ves pues estoy al otro lado, pero esto es sólo una separación temporal. Cuando te encuentres aquí, volveremos a estar juntas y agarradas de la mano, ya sin la silla de ruedas, podremos gozar y volver a reír juntas….

Tú, sigue viviendo tu vida de servicio a Dios y a los demás, no me olvides, recuérdame, no dejes de sonreír en memoria mía, sigue hablándome y recordando los buenos momentos que pasamos juntas. No es fácil de comprender pero yo estoy contigo aunque no me veas y ahora seré yo la que te ayude a ti. Recuerda que la última palabra la tiene la VIDA pero no tengas prisa, llegará ese último día en que ya todo estará bien, ahora nos queda el amor al que nadie puede hacer callar. Hasta pronto”.

Por todo esto yo le digo a Dios: No te reprocho el que nos llevaras a Tere, te doy las gracias por habérnosla regalado, por haber podido vivir cerca de ella estos últimos años de su vida, testigo de su inocencia y limitaciones y siempre contenta. Gracias a ella he podido encontrarte a ti, Señor, de una manera más profunda, tú que eres amigo de los sencillos y los pobres. Gracias por su vida.

Henar Martín FI
Madrid, 29 de abril de 2020

Quiero agradecer expresamente a toda mi familia, a mis Hermanas de la Congregación y a la Residencia “Nuestra Sra. del Perpetuo Socorro” donde pasó los últimos años de su vida, todo el cariño, atenciones y cuidado que han tenido con mi hermana. GRACIAS.