Hace unas semanas que Pepita Soler, Michel Valson y Mª Dolores Cabello celebraron juntas sus 50 años de vida religiosa. Sin embargo, estas tres Hijas de Jesús de la Comunidad de Cataluña no se han hecho aún a la idea y siguen sintiéndose «inundadas de la Misericordia del Señor».
Las religiosas, que llevan cuatro años viviendo entre Alcarrás y Badalona, habían coincidido en el postulantado, el noviciado, el junoriado y en algunos colegios, «pero las tres a la vez nunca», explica Pepita Soler. «Ha sido extraordinaria la fidelidad que el Señor ha tenido con nosotras y ha sido gozoso empezar la vida religiosa juntas y volvernos a encontrar», añade la Jesuitina.
«Todo lo compartimos: proyectos, objetivos, reuniones que manda la Congregación… Por eso, haber llegado a este momento juntas ha sido muy significativo», cuenta Pepita Soler.
50 años dan para mucho
A lo largo de su medio siglo como Hija de Jesús, Pepita Soler ha aprendido que «todo lo que se ha realizado en la vida, aunque fuera muy vistoso, cuando pasan los años tiene otro sentido». A su juicio, «ahora la relación con el Señor es más sencilla y honda». Y apunta: «Uno es su relación con el Señor, no lo que haya hecho».
A pesar de su larga trayectoria de servicio, Pepita Soler sigue mirando al futuro, pero no tiene más planes «que los que la voluntad del Señor me vaya mostrando con la mediación de la Congregación». Hasta ahora, esa estrategia no le ha salido mal. Tras recorrer el mundo con FASFI, ahora se encuentra en el pueblo de Alcarrás, al que define como «un mundo pequeñito con 52 culturas diferentes». «El futuro siempre es sorpresa y el Señor me tenía preparado algo mejor», celebra.