El 7 de octubre, día de nuestra Señora del Rosario, fuimos convocadas a un encuentro las hermanas que este año comenzábamos nuestra andadura en el nuevo trienio como superioras locales.
Fue un día para seguir ahondando en el objetivo del Proyecto provincial, para seguir alimentando nuestra esperanza, de poder compartir nuestras experiencias y de iluminarnos unas a otras desde una comunicación rica, sencilla y desde la vida.
Previamente se nos invitó a leer un artículo de Dunn: Abrazar nuestra vulnerabilidad el cual ya nos ponía en camino de la clave que estamos sintiendo hoy como imprescindible para responder desde nuestra vocación, a la realidad social, eclesial, congregacional y personal: Sólo cuando somos capaces de abrazar nuestra vulnerabilidad, de tocar nuestra pobreza sin miedo, es cuando realmente estamos en condiciones de hacer proceso, de subir de nuevo a la «barca y remar mar a dentro para echar las redes”, dejando que sea el Señor, de verdad, el que guíe nuestra existencia. Sólo así nuestra vulnerabilidad se convierte en el potencial de transformación que necesitamos para dar respuesta al hoy de nuestra vocación.
El encuentro terminaba con la celebración de la Eucaristía poniendo ante el Señor la diversidad de realidades que se vive en cada comunidad pero todas con un mismo objetivo: ser el hoy de la Congregación en España.