Hace un año celebrábamos con alegría los 150 años de la inspiración del Rosarillo. Aquel día, Beatriz Neff FI nos invitaba a hacer camino con una “charla” diferente. Esa charla se hizo artículo. El artículo lo publicó la revista CONFER1. Y hoy, con motivo del 2 de abril, lo traemos a la web. Lo hemos estado reservando, como los buenos vinos, para que nos ayude a preparar el corazón para la fiesta.

No, no es un artículo para leer, es un “artículo para hacer”. Por eso lo iremos trayendo poco a poco, día a día. Para que lo hagas, para que lo hagamos con el cuidado con el que se hacen las grandes cosas, las cosas de Dios. Para que lo hagamos como lo hizo Juana Josefa: paso a paso, escucha a escucha, comentando con otros, confrontando los sentimientos que vienen y los miedos que amenazan… dejando que también en nosotros Dios se haga humano y encuentre sitio y regale vida. Como la que ha regalado el carisma recibido en estos 151 años.

Empieza así:

El 2 de abril de 1869, hace 150 años, una joven vasca, de un pueblecito guipuzcoano, Andoain, siente que por fin algo se aclara en su interior. Termina un camino de búsqueda, de oración, de intuiciones.
Y comienza otro, que sigue siendo de búsqueda, de oración y de acción.

Aquel 2 de abril de 1869, Juana Josefa Cipitria y Barriola experimenta que sola nada, pero con Dios lo puede todo. Posiblemente lo experimenta así, porque así había sido a lo largo de toda su vida. Y es que la mayoría de las grandes experiencias místicas encuentran a los santos «entrenados». Es cierto que Dios se manifiesta como quiere y cuando quiere, pero también es cierto que una experiencia de Dios profunda, transformadora y duradera se suele dar cuando la persona se pone a tiro y frecuenta su compañía. 

Juana Josefa vive desde su infancia una preciosa y sencilla historia de amor. Sus padres y abuelos le transmiten el amor a las raíces, a la naturaleza y a la familia; le enseñan a ser humilde, tenaz, sobria; le inician en la fe sencilla y profunda de quien todo lo pone en Dios, Padre que de todos cuida; la educan en un entorno de pobreza material pero de gran riqueza humana y espiritual. 

Por eso, cuando en su corazón se provoca un seísmo, porque un chico de buena posición le pide la mano, ella siente, sin saber bien cómo explicarlo, que «es solo para Dios». Y se lanza a lo desconocido, hoy diríamos «sale de su zona de confort», y marcha con 18 años a una Castilla recia y austera a buscarse la vida, para encontrar la Vida.

Tras 6 años sirviendo en una casa en Burgos, para ganarse el sustento propio y ayudar a su familia, sin descuidar esa búsqueda incesante de lo que Dios quiere de ella, va a Valladolid y, allá, confiando en Dios y dejándose acompañar, descubre, se le des-vela, lo que Dios quiere para ella. Y no es otra cosa que ser toda para Jesús y para los demás. Ya no será Juana Josefa. Se llamará Cándida María de Jesús y será la fundadora de una nueva congregación, la de las Hijas de Jesús, que se dedicará a la educación de la niñez y juventud femenina del momento. Y será para ricas y pobres. Es así como prosigue ese camino de búsqueda, de oración y de acción.

Pero siempre con el Otro y con los otros. Desde aquel día hasta la fundación de la Congregación de las Hijas de Jesús pasan otros dos años. Quizá para confirmar que el tiempo es siempre uno de los mejores ingredientes a tener en cuenta en cualquier empresa.

Y hoy, 150 años después, las Hijas de Jesús seguimos en búsqueda, en oración y tratando de vivir un tiempo de intuiciones y de acciones. Con el Otro y con los otros.

Lo que el lector se encontrará a partir de ahora quiere ser una propuesta, una invitación. No es tanto un artículo para leer, sino para «hacer», un camino a realizar. Una propuesta de relectura personal, una invitación a ponernos en juego. Éste será un artículo a medias. Entre el lector y las palabras. Y lo mejor es lo que está por descubrir.

 Hasta aquí la parte de hoy. Si no puedes esperar a mañana para dar el siguiente paso, accede AQUÍ el artículo completo.

 

Revista CONFER • Volumen 58 • No 222 • Abril-Mayo-Junio 2019 • pp 271-290