En la reunión de los Equipos directivos, los participantes, a través de una teatralización,  pudieron entrar en el relato que hay detrás de todo el trabajo que la comisión ha estado realizando a lo largo de este año. Una narración que hunde sus raíces en una tradición educativa con más de 150 años de historia, y que, sin perder el horizonte de querer educar a la entera persona, se pregunta sobre la educación que el mundo necesita.

La compañía Yo contigo, fue la encargada de contar este historia con la que estamos vinculados y comprometidos “hoy educar significa apostar por nuestra parte más humana”.

Carme Artigas, codirectora del Consejo Asesor de Naciones Unidas en materia de Inteligencia Artificial. Sus palabras y su pasión  ayudaron a los asistentes precisamente a descubrir la necesidad de redefinir el papel de la educación en un mundo hiper tecnológico.  Tras hacer un recorrido por la evolución de la IA en las últimas décadas, Artigas expuso que nos encontramos en un momento en el que “la revolución tecnológica nos ha llevado a replantearnos qué es el ser humano, algo que como humanidad no hacíamos desde los griegos.» Y es que las máquinas ya nos han superado en aquellos aspectos que hasta ahora las personas lo hacíamos mejor: identificar imágenes, leer texto, identificar la voz. En este momento, en el que la tecnología puede seguir evolucionando sin intervención humana “nos jugamos el rol del ser humano, cómo seguir poniendo a la persona en el centro”.

Centrándose en el ámbito educativo, Artigas afirmó que “lo importante ya no son las respuestas, sino las preguntas que nos podamos hacer. Desde la escuela se deben potenciar esas habilidades que la Inteligencia Artificial no puede desarrollar: crear algo desde una experiencia humana vital, como puede ser la del desamor, y el pensamiento abstracto, aquel que se da al margen del contexto”. Es por ello que animaba a los participantes a que desde los colegios se pusiesen en valor todas las experiencias que nos hacen más humanos. Una cosa en la que debe formar el aula de manera urgente es en capacidades de inteligencia emocional. En un mundo donde el conocimiento está obsoleto cada 6 meses, junto a algunos conocimientos básicos, el 90% de lo que los alumnos necesitan es aprender a gestionar la capacidad de frustración, la gratificación a largo plazo, la gestión de expectativas”, expuso la experta en Inteligencia Artificial.

En un momento de la historia en el que ya no es necesario ir a la escuela para acceder al conocimiento, Artigas aboga por “un rol del profesorado que pueda aportar todo lo demás, todo aquello que realmente cuesta: despertar la curiosidad, las ganas de aprender, para enseñar a comunicar, enseñar a conocer y reconocer las emociones, para poder crear.”

Aspectos como la brecha social que puede provocar la tecnología o los conflictos éticos que como sociedad tenemos que plantearnos ante esta realidad tecnológica estuvieron también presentes en la cerca de una hora de conversación con Carme Artigas, que estuvo conducida por Elena García, responsable de Acción Educativa de la Fundación y por Juan Carlos Pérez, miembro de la comisión para el nuevo modelo Educativo de Jesuitinas.