La  UISG ha organizado una serie de encuentros con las conferencias de religiosas y religiosos de diferentes continentes con el fin de de discernir juntos lo que Dios nos está diciendo en esta realidad que vivimos, a qué nos invita. En el mes de mayo publicamos La vida religiosa en Estados Unidos y La vida religiosa en Europa.

Hoy nos vamos a América Latina. Ofrecemos un pequeño resumen de cada intervención y os animamos a escuchar el encuentro en este enlace.

La CLARC comparte el HORIZONTE INSPIRADOR que anima la VR de América Latina y Caribe en el trienio 2018-21. Dicen en su carta de presentación:

“Este Horizonte Inspirador, tiene su origen en la escucha atenta a la realidad, en una dinámica comunitaria y plural de discernimiento, de búsqueda conjunta, de oración para intuir el Querer de Dios para la Vida Consagrada…”.

Comienza con el visionado del vídeo  “Semillas de vida en la parcela global del pandemia” .

A continuación, seis miembros de la CLAR van presentando las 6 tinajas que desean “llenar con agua, para que se conviertan en el vino bueno y fecundo de nuestro caminar como Vida Consagrada en el Continente”.

1ª Tinaja: VIVIR CON SENTIDO LA PROPIA VOCACIÓN 
(Liliana Franco – Compañía de Mª)

La invitación es a recuperar la centralidad evangélica, a vivir con radicalidad y renovado entusiasmo nuestra consagración para poder ser testigos auténticos del seguimiento de Jesús. Se trata de volver a lo esencial del seguimiento desde la experiencia de una espiritualidad integrada y que desde esa experiencia podamos dinamizar la reconfiguración de nuestras instituciones.

Nuestra esperanza tiene su fundamento en Jesús. Contemplarlo a Él y con Él. Contemplar la realidad y, en ella al Dios que siempre actúa, nos abre a la esperanza y nos moviliza a dar la vida con pasión evangélica convencidos de que ha llegado la hora. La hora de Jesús llega cuando la noche se hace más espesa y el silencio y la soledad de las calles lo embriaga todo. Y eso es muy parecido a nuestro hoy.

Pero es imposible un camino en solitario. Repensarnos solo será posible desde la conciencia de que necesitamos de los otros, necesitamos ser con otros. Pero más importante será que podamos intuir los medios, los modos, el sentido de remar juntos en la misma dirección y con una única misión que es la que nos propone esta tinaja: escuchar a Jesús y hacer lo que Él nos dice en la vivencia del más necesario profetismo que es el profetismo de lo comunitario. Por ahí estarían los cauces de nuestra reinvención.

2ª Tinaja: AHONDAR EN LA ESPIRITUALIDAD TRINITARIA 
(Mª Inés Castellaro – Hna. De la Virgen Niña)

Esta tinaja nos invita a profundizar en el misterio del amor, en el misterio de la unidad en la diversidad.

Durante este tiempo de pandemia hemos vivido de puertas adentro realizando una experiencia fuerte de vida fraterna, sororal. Compartimos momentos fuertes centrados en la Palabra, volvimos a lo esencial. Tuvimos más tiempo para el diálogo, para sobremesas más largas, para entretejer relaciones reconociendo los dones, los valores de cada uno de nuestros hermanos. Relaciones más compasivas desde la fragilidad, la vulnerabilidad, desde el miedo y el temor. Nos reconocimos diversos.

Estamos llamadas a vivir el hoy con él desde la Trinidad, apasionadas por el Reino, por los hombres. Invitados a una dinámica de itinerancia y salida de nosotros mismos, como la Trinidad, para ir creativamente al encuentro del hermano más necesitado y humanizarnos. Sumergidos en esta circularidad de amor y dejando que fluya la vida, tres verbos que se interrelacionan marcan este dinamismo de las relaciones: RENOVAR nuestras relaciones desde el permanecer… REVALORIZAR nuestras relaciones desde el discernir, desde el buscar juntos generando procesos que favorecen la conversión, la transformación, el gradual cambio del mundo… RESIGNIFICAR nuestras relaciones desde el salir de nosotros mismos…

3ª Tinaja:  CAMINAR HACIA UN NUEVO MODO DE SER IGLESIA
(Nancy Negrón – Misionera del Buen Pastor)

El Papa Francisco apela a la vitalidad que genera la unidad, la comunión como fuerza integradora. Somos uno. Todos llamados a remar juntos. Si actuamos como un solo pueblo, incluso ante las otras pandemias que nos acechan, podemos lograr un impacto real.

Actuar como un solo pueblo para lograr un impacto real es el enorme desafío  que estamos llamados a asumir para responder a las consecuencias que va dejando a su paso la pandemia del convid19. El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.

Este modo de ser Iglesia exige renunciar a la autorreferencialidad, supone situarse en salida, disponerse a la escucha, aunar en el interior la necesidad de la complementariedad y acoger la diversidad de carismas que enriquecen a la Iglesia.

4ª Tinaja: LOS POBRES Y LA MIRADA CONTEMPLATIVA HACIA ELLOS
(Francisco Méndez – Salesiano)

Esta clave identifica lo que es la VR en el mundo. La humanidad se ha dado cuenta de lo vulnerable que es y de la necesidad de alinearse en la defensa de la vida. Sin embargo, algunos interrogantes que nos siguen acompañando: ¿La desigualdad existente en cuanto a los distintos sistemas de salud a nivel mundial seguirá siendo monopolio de las naciones desarrolladas? De haber una cura para esta pandemia, ¿se convertiría en un negocio o en una oportunidad para atender a la humanidad enferma?

Tres formas de re-imaginarnos como VR a raíz de la situación que vivimos:

  1. Una VR que debe construir puentes entre los más pobres y los más favorecidos, entre los extremos. Compromiso de no dejar abandonados a los que ya están abandonados socialmente. Imaginar y propiciar nuevas alianzas en favor de quienes no tienen cómo enfrentarse a situaciones como esta pandemia.
  2. La VR debe seguir anunciando que queremos ser hijos de Dios pero no en condiciones de extrema pobreza, de extrema vulnerabilidad. Esta lucha la tenemos que hacer desde dentro, sin privilegios, viviendo en la pobreza.
  3. Una VR que se vuelve tejedora, costurera del tejido social roto reconocido así en la pandemia.
5ª Tinaja: FAVORECER LA ÉTICA DEL ENCUENTRO Y DEL CUIDADO
(Mª Inés Vieira)

Ninguno de nuestros países queda libre de esta crisis global que estamos viviendo. Nuestro continente pasa por una situación inesperada para la vida humana. Nuestros líderes políticos se están aprovechando de la pandemia para destruir la Amazonía.

El cuidado para nosotros es un modo esencial de vivir. Es algo más que una actitud. El cuidado se encuentra en la raíz primera del ser humano, es parte de la naturaleza humana. La vida siempre es cuidado. Significa reconocer el cuidado como un modo de ser esencial siempre presente. Sin cuidado el ser humano deja de ser humano.

Podemos responder cada vez más a la pregunta “¿qué quieres que yo haga?” “Que yo sea curado”, respondió aquel enfermo. Quiero ser curado física, social, económicamente… El cuidado es parte integrante de la profecía de la VC. Profetas de la misericordia.

6ª Tinaja: CLARA OPCIÓN POR LA ECOLOGÍA INTEGRAL
(Daniela Cannavina)

Volver a pasar por el corazón la necesidad de promover el reconocimiento de la sacralidad de lo creado, la interdependencia mutua entre todas las criaturas. la necesidad de favorecer la armonía personal, social, ecológica siempre en defensa de la vida, de nuestros pueblos y de nuestras culturas. Una única causa que nos ayude a traspasar las coordenadas de nuestros límites territoriales e institucionales, congregacionales, por el cual todos podamos poner alma, vida y corazón.

Para salvar la casa común necesitamos una revolución desde abajo. Por tanto, no da lugar a superioridad y a las dominaciones. Esto nos hace pensar que la ecología integral viene a cuestionar nuestros estilos de gobierno y de animación. Debemos ayudarnos a trabajar en red, a pensar colectivamente desde el paradigma de la sinodalidad.

Para re-imaginarnos ese futuro:

  • Corazonar nuestros escenarios domésticos para que florezcan itinerarios que nos animen a reconciliarnos con la creación e instalar la pregunta: ¿ qué podemos hacer en nuestras casas religiosas para vivir el proceso de conversión que nos plantea Laudato Si’? Y algo más, convertir nuestras casas religiosas en verdaderos hogares.
  • Laudatosificar los tiempos y lugares. Implica que siempre estemos atravesados en nuestro vivir cotidiano por la causa de los pobres y por el cuidado de la casa común.
  • Una misión mucho más holística que nos ayude a mirar desde el todo y no desde la parte y que nos invite a revisar nuestros estilo de vida, nuestros modelos mentales, nuestra espiritualidad.
  • Recuperar el sentido de lo que significa ser administradores. Nunca propietarios.

 


Para terminar, nos deja cada uno un desafío para la VR en América Latina… que bien pudieran valer en cualquier otro contexto:

  • Caminar juntos en la defensa de la vida es el mayor desafío. No hay lugar para protagonismos ni para quedarnos en nuestras congregaciones.
  • Ser profecía de esperanza en comunidad. Misterio de amor que sale al encuentro del otro pero en comunidad.
  • Dejar que el Espíritu transforme nuestros temores en audacia y valentía.
  • Ser realmente lo que somos, VR con toda la extensión de la palabra.
  • Tomar conciencia de que el modo de ser de la VC es ser cuidado. Percibir que América Latina es un todo. Dar fuerza a la sabiduría del bien vivir.
  • Una VR que libere el imaginario de una vida de sentido. Volvamos a cargar de sentido. Salir del formato que parcializa la realidad. Tener siempre presentes las tres preguntas claves: Para qué, desde dónde y para quiénes hacemos lo que hacemos. Laudatosificar los espacios domésticos.