El domingo 4 de abril acabábamos la Pascua dando gracias a Dios porque todos los que habíamos estado compartiendo durante cinco días online coincidíamos en que habíamos experimentado mucho a Dios. Ese Dios que se nos hizo presente a través del encuentro personal con Él, a través de la escucha del testimonio de otras personas, a través del compartir en grupo, a través de la comunidad de #JóvenesFI que fuimos construyendo. 

Han sido cinco días de experiencia.  El lema de la Pascua ha sido: REPÁRAME. CONTIGO TODO SE RENUEVA. 

Comenzamos el miércoles 31 de marzo, disponiendo nuestro corazón a vivir a fondo y con otros, estos días acompañando a Jesús. Fue momento de presentar la Pascua y de presentarnos: las acompañantes y el grupo de Jóvenes FI. Un grupo muy diverso, de distintos lugares y con distinto vínculo con las Hijas de Jesús: monitores de Alcor, antiguas colegialas de nuestros Colegios Mayores de Madrid y Salamanca, jóvenes vinculados a experiencias de verano (campos de trabajo, Taizé, sentido sur –Bolivia), jóvenes que siguen en grupos de vida que han nacido a raíz de la experiencia “Encontrar alegría Bolivia”, profesores jóvenes…

Hemos seguido un mismo “ritmo de encuentro” cada día: 

  • Primer momento: un ratito de oración que nos ayudaba a disponernos a vivir el día. 
  • Segundo momento: una actividad que ayudaba a profundizar y personalizar la experiencia propia de ese día de la Pascua.  
  • Tercer momento: un rato de compartir en grupos pequeños.
  • Cuarto momento: unirnos de nuevo toda la comunidad para ser enviados a vivir con hondura y sentido el resto del día y despedirnos hasta el siguiente día.

  • El Jueves Santo, el sublema que nos acompañó fue: REPÁRAME PARA SERVIR.

Nos ayudaron mucho los testimonio de Irene y Pilar Brufal FI. Las dos nos contagiaron su pasión por Jesús. Irene es una joven que se ha bautizado con 23 años, así que, con una experiencia y un lenguaje fresco, ponía palabras a lo que muchos de los que la estábamos escuchando habíamos vivido y estábamos viviendo. Tomando palabras textuales suyas. “Me siento privilegiada porque Dios se ha empeñado conmigo”. ¡Gracias Irene por dejarte abrazar por ese Dios de la vida y porque con mucha sencillez nos transmitiste tu encuentro con Jesús!

Pilar, Hija de Jesús, recientemente enviada de Myanmar a Tailandia, que está viviendo muy de cerca la situación compleja de tantos y tantísimos refugiados, nos compartió su vocación como Hija de Jesús y cómo se vive en proceso con Aquel que la ha llamado y la sigue llamando, convocando y enviando. Nos dejó una gran pregunta: ¿Qué te apasiona y te hace libre hasta el punto de entregar tu vida en libertad? ¡Gracias Pilar por tu testimonio tan auténtico, tan verdadero, tan de Dios!

  • El Viernes Santo, el sublema que nos acompañó fue: REPÁRAME PARA ENTREGARME

Nos ayudó el Viacrucis actualizado que estuvimos rezando y construyendo de manera individual. Poco a poco, paso a paso, fuimos acompañando a Jesús y a los crucificados de nuestro mundo, en esta realidad de dolor y sufrimiento tan real y sangrante hoy, a la vez que éramos testigos de mucha entrega de amor y por amor… Nos acompañaron testigos en el camino, como Etty Hillesum: “Tú que me diste tanto, Dios mío, permíteme también dar a manos llenas. “

  • El Sábado Santo, el sublema que nos acompañó fue: REPÁRAME PARA ESPERAR. 

El formato online permitió vivir a fondo este día de espera, fracaso, duda, incertidumbre…Para ello contamos con el testimonio de Marisa Ayerdi, que compartió con nosotros su vida, sus duelos y aprendizajes. Desde su experiencia nos compartió que de los duelos nacen oportunidades y que necesitamos darnos tiempo y espacio. Mujer comprometida, auténtica, creíble, creyente. ¡Gracias Marisa por la LUZ que nos transmitiste!

  • El Domingo de Pascua, el sublema que nos acompañó fue: REPÁRAME PARA RESUCITAR. 

Día para descubrir los signos de vida en cada uno, en la comunidad y en el mundo. Fuimos testigos de cómo otra Hija de Jesús, Matilde Polanco en Venezuela, vive este Misterio Pascual, entretejido de muerte y vida en lo sencillo y cotidiano de esa realidad; con un profundo sentido de Cuerpo, aun llevando casi dos años sola como Hija de Jesús allí. ¡Todo un signo de resurrección! 

Tuvimos un espacio para pararnos personalmente y recoger lo que en esta Pascua nos había regalado. Acabamos todos mostrando un símbolo que recogiera ese regalo del Señor. Fue un momento precioso de tocar nuestras tierras sagradas, de un compartir y una escucha honda y auténtica. 

Soy testigo de que, a pesar de la frontera de la pantalla, desde el principio y hasta el final se creó un ambiente muy bueno, de confianza y respeto, de oración, de compartir profundo y de proceso. 

Soy testigo de que en esta Pascua online de #JóvenesFI ha habido mucho Dios, mucha vida, mucho proceso y mucho dejarme hacer y dejarnos hacer. Ha sido un regalo impagable vivirla desde dentro. 

Doy gracias por el grupo de acompañantes, formado por el Equipo de Pastoral Juvenil Vocacional (Ana Benito, María de la O FI, Pakea FI y Naike FI) junto con Ana Zubiri FI, M.Carmen Jiménez FI y Pilar Brufal FI; que fuimos testigos de ese Dios que se hizo tan presente en esta Pascua. Gracias a Saray por su entrega, dedicación con el Instagram. Se nota que hay mucho cariño y cuidado. Y gracias por haber podido vivir estos días en el C.M. Berrospe con Ana y Saray, con las que he podido compartir y vivir a fondo esta Pascua.

¿Qué regalo/s les ha hecho el Señor a los jóvenes que han participado? Estos días distintos JóvenesFI os lo irán compartiendo. 

 

Naike Martín FI

Coordinadora del EPJV