Hace dos semanas, tuve la suerte de ir a Italia y convivir con mis hermanas italianas. Uno de los objetivos era conocer la realidad del trabajo con jóvenes que desempeñamos las Hijas de Jesús y el otro era reflexionar juntas y compartir nuestras inquietudes y búsquedas en la pastoral con jóvenes.

 Actualmente tenemos dos presencias donde se trabajamos con jóvenes. Uno en Roma, la Residencia universitaria “Domus Regina Pacis” y otra en Caivano (Provincia de Nápoles).  Nuestras hermanas son pocas, pero tienen diversidad de tareas. Una de ellas es matrona, otras dan clases en diferentes escuelas, trabajan en las parroquias, atienden a las residentes…

 

Aunque estuve poco tiempo en Italia, viví una verdadera experiencia pascual. Personalmente me tocó mucho la realidad tan dura y compleja de Caivano. Se me removieron  las entrañas por diversos motivos.  Me brotó rabia, impotencia por las cosas que escuchaba pero, a la vez, me llené de esperanza al contactar  con los cristianos de la parroquia de San Pablo Apóstol. Es impresionante su lucha diaria para salir adelante honradamente, su implicación en el barrio, su solidaridad, su acogida, sus deseos de generar “espacios verdes” en las realidades tan crudas que les toca vivir.

Las hermanas FI de Italia y el movimiento “Giovani della esperanza” nos escriben unas breves palabras sobre uno de los frutos que están recogiendo desde el proceso que llevan haciendo:

“Los Jóvenes de la Esperanza nacen como grupo oratorial (grupo de tiempo libre cristiano)  en la Parroquia San Pablo Apóstol, Parco Verde, Caivano (Provincia de Nápoles), donde es Párroco D. Maurizio Patriciello. Él trabaja en primera línea en  la lucha en la  contaminación ambiental  de la  “Terra dei Fuochi”. (https://www.laterradeifuochi.it/ )

Después de algunos años de camino, en el que también han estado presentes las Hijas de Jesús, han decidido seguir al Párroco en esta lucha y formar un movimiento juvenil, “Jóvenes de la Esperanza”, que volará sobre las grandes alas de la asociación “Noi, genitori di tutti” (Nosotros, padres de todos) formada por madres que han perdido a sus hijos (por problemas de salud, como el cáncer)  en este  contexto de contaminación.

Los Jóvenes de la Esperanza quieren ser gente activa. Dentro del Parco Verde, conocido de todos por sus problemáticas, quieren luchar cada día por mostrar un camino diferente a los jóvenes del barrio y de la ciudad. De algún modo, en fin, son pequeños héroes.”

Suscribo estas últimas palabras que señalan. ¡Tantas veces se hablan tan mal de los jóvenes! Para mí son pequeños grandes héroes. Son muy valientes

En poco tiempo, he aprendido mucho de mis compañeras italianas. En Caivano fui testigo de lo queridas que son las Hijas de Jesús, las que están y las que han estado allí.  Personalmente me llega su modo de estar, su acogida a todos, disponibilidad para la escucha, el intento de comprender su lenguaje, la Palabra de aliento que ofrecen, el liderazgo que ejercen. En fin, la dedicación en el acompañamiento a jóvenes y a las familias.

Seguiremos buscando juntas. Es muy probable que en el verano del 2018 ofrezcamos un campo de trabajo para jóvenes de España en Caivano. Tenemos deseos de que se conozcan entre ellos, que puedan compartir su experiencia y ofrecer algo muy bueno a los niños de ese barrio tan castigado.

Por último, doy gracias por la acogida me que me brindaron mis hermanas italianas. Cada día estoy más contenta de pertenecer a la gran familia de las Hijas de Jesús.

Pakea Murua FI