El sábado 18 de mayo nos reunimos en Granada unas cuantas hermanas de las comunidades de Almería, Málaga, Sevilla y Granada para compartir, rezar y pensar juntas sobre el apostolado social, a raíz de la devolución que nos hizo en gobierno general de lo recogido por todos los grupos de hermanas y laicos.

Ha sido bueno el espacio, que aunque no muy largo, nos permitió momentos de ver entre todas las dificultades y oportunidades, las llamadas, aquello que ya venimos haciendo y lo que en otros lugares se está dando. Compartimos la necesidad percibida de conocer y entrar en contacto con rostros concretos para dejarnos afectar por su realidad; de formarnos y de no buscarnos a nosotras mismas en el servicio; de discernir qué necesidades hay hoy distintas (o no) a las de los tiempos de la Madre Cándida; qué haría ella si viviese hoy… Y de fondo el deseo de revitalizar desde dentro nuestra vocación de Hijas de Jesús.

Fue bonito comprobar que mucho de lo que hablamos está en la línea de algunos postulados que hemos enviado a la Congregación General, y que son cosas de las que se habla y preocupan en las comunidades, no desconectadas de nuestra realidad y deseos cotidianos.

Y de fondo, un ambiente de alegría por la acogida cercana y el encuentro con las hermanas de la Casa Santa María: Un verdadero regalo la oportunidad de vernos, de un “tour” por el cole para ver las últimas obras, de compartir recuerdos, de conversaciones sencillas que nos edifican y nos hacen sentir familia, de ponerse al día con una y otra hermana, de un acompañamiento silencioso y cercano a las más enfermas…

 

El Señor es grande, y siento que nos regala en lo pequeño parte de aquello que necesitamos: fraternidad, humildad, búsqueda en común y acogida que nos ayuda a revitalizar nuestra vocación.

Esther Sanz Martínez FI