A finales de septiembre de 1877, la comunidad se trasladó a Montellano, un noble edificio construido en el siglo XV. Una parte de él se dedicó para las hermanas, tanto profesas como novicias, y la otra para el colegio, que abrió sus puertas el 1 de octubre. En este emblemático edificio, la Madre Cándida pasó muchas horas escribiendo las Constituciones, primero, para su aprobación diocesana en 1892 y, más tarde, para conseguir la aprobación del Santo Padre. Este lugar también fue testigo, en 1894, del primer Capítulo General de la Congregación, en el que la Madre Cándida fue elegida Superiora General.

El 9 de agosto es una fecha muy especial para nuestra Congregación. Un día como hoy, en el año 1912, la Madre Cándida murió precisamente en este lugar. Ha pasado más de un siglo, pero su carisma y su legado siguen estando presentes en todos y cada uno de nosotros: la Familia Madre Cándida.

Recordando, agradeciendo su vida y entrega plena y con motivo de su festividad, os presentamos el último video del proyecto «El Camino de la Madre Cándida». Esperamos que os ayude a conocer mejor el lugar que ha acogido a tantas Hijas de Jesús y que recogió los últimos suspiros de nuestra Madre Fundadora.

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