“Diciembre es alegre para las Hijas de Jesús, que tienen por Patrona a la
Inmaculada Virgen, cuya fiesta se celebra con la mayor solemnidad”
Santa Cándida Mª de Jesús
Ayer llegó a mis manos una “Revista Informativa” con el subtítulo “Nuestros Colegios”. Está fechada en 1925. Entre sus páginas podemos leer lo que dicen a María las Hijas de Jesús de aquel entonces:
“Como a ella (la Madre Cándida) le admitiste su obra, la Congregación de Hijas de Jesús, que en tu día de la Inmaculada, 8 de diciembre de 1871 nació, con tu protección se vigorizó y con tu gracia espera seguir dando frutos de vida eterna, así en tu día, 8 de diciembre de 1925, te ofrecemos este ramo de margaritas y miosotis silvestres, pobre en fragancia y colores, pero rico en amor y esperanza. Dígnate aceptarlo benignamente y nuestros deseos serán colmados”.
No importa el lenguaje de hace casi 100 años; expresa lo que siempre ha sido la Inmaculada para la Congregación. María Inmaculada es y siempre ha sido “nuestra Madre y Patrona”:
- Madre, que nos lleva a Jesús, que nos pone junto al Hijo, que es nuestra intercesora junto a Él. Con una relación de amor, ternura y confianza.
- Patrona, que implica protección, ayuda y defensa por parte de María y, a su vez, adhesión, admiración y gratitud por nuestra parte.
La Inmaculada fue amparo y protección de la Congregación en su comienzo, lo es hoy, y lo seguirá siendo en cada paso de su historia. Una historia que se amplía con los laicos llamados a compartir carisma y misión juntamente con las Hijas de Jesús, una historia que se ensancha con nuevos pasos educativos.
Felicidades en este día de fiesta de nuestra Madre y Patrona. Que María nos ayude a poner toda nuestra vida en relación con Jesús y sus intereses, acogiendo su palabra y en disposición de servicio. Con la confianza puesta en su amor y protección ¡nos ponemos en camino…!
Mª Carmen Martín
Superiora Provincial