Llegó por fin ese día esperado en que dijeron que no iba a llover y nos pusimos en camino 13 hermanas de la comunidad, junto con la coordinadora y una auxiliar de la empresa Thaismon.
Salimos a las 10 de San Sebastián, directas a Loyola, gozando con la naturaleza que nos obsequiaba en todo el camino. Llegamos con ilusión y visitamos la casa de San Ignacio, haciendo memoria de esa vida que se fue fraguando en esas paredes, en esa vida familiar.
Al llegar a la capilla de la conversión ya nos estaba esperando el P. Ina Echarte, SJ para celebrar la Eucaristía en ese contexto que tanto nos habla. La celebración fue sencilla y profunda.
Después de una visita rápida por la Basílica, el autobús nos esperaba para llevarnos a Zarauz. ¡Con que fuerza nos recibía el mar! ¡Qué paisaje tan precioso se nos regalaba con las olas que se rompían con fuerza, el mar con sus diversos colores azules! Y mirando ese paisaje disfrutamos de la comida, de la convivencia. Después de comer seguimos disfrutando del paseo por todo el malecón, e incluso del agua fresca del mar.
Todas comentábamos el día tan precioso que se nos había regalado, lo que habíamos disfrutado. Y a todas nos era fácil agradecer por lo sentido y disfrutado ese día.
Agradecemos a la empresa, a las hermanas que han participado en la organización y a las que se quedaron en casa acompañando a las que no podían participar.
Mª Sol Ormazabal FI