Nos hemos reunido el viernes 22 la Comisión Coordinadora de la Familia M. Cándida en el Colegio Mayor Berrospe, en Madrid. Muy contentos con el reencuentro y con la incorporación de Ana García, Hija de Jesús, como nueva integrante de la misma.
Comenzamos expresando nuestros sentimientos: cómo vengo, qué deseos traigo, qué me gustaría aportar. Compartimos ilusión, alegría, sorpresa, serenidad, creer en la fuerza del equipo, la posibilidad de sumar miradas y puntos de vista distintos… Para seguir con un momento de oración que nos había preparado Miguel. El tema era la cotidianidad y cómo vivir cada día con sentido. Dejamos resonar nuestro corazón y nos ayudó mucho compartir de esta manera espontánea, libre y desde dentro.
Explicita contemplación y acción, no desprecio de lo cotidiano como rutina, sino que cada día tiene su novedad. Teología de la encarnación, abajamiento, esconderse. En la vida sencilla y humilde está la grandeza de Jesús.
Confirmación de la vida cotidiana, Dios se nos revela escondido, cuando menos te lo esperas, buscando pequeñas cosas, se te ilumina el día, levantarte y que el Señor pasa ante ti en esos pequeños gestos; lo cotidiano es la discreción de Dios.
Como habíamos anunciado en el encuentro de Enlaces de octubre pasado, se trataba hoy de recoger los aportes de los grupos como experiencia vivida y el paso futuro que se deseaba. Eran muchas y muy ricas las aportaciones que se recibieron. La valoración en su conjunto fue muy positiva y tendremos en cuenta algunos detalles de organización, tecnología, alojamiento, insistir en que respondamos en las fechas previstas, etc. que siempre deben ser cuidados por el bien del conjunto.
También Rosa Espinosa nos había mandado las conclusiones de cada uno de los lugares donde se tuvo la trasmisión de las Llamadas: Madrid – Granada – San Sebastián.
Teniendo delante estos textos fuimos haciendo una lectura contemplativa de todo ello y poniendo en común las resonancias interiores que se producían. Así, poco a poco, con mucho diálogo, aterrizando en líneas de acción con posibles medios concretos.
Pero como no es un trabajo para la rapidez, quedamos en seguir profundizando dichas líneas de acción cada uno en particular y volcarlas en un documento común hasta el 15 de diciembre, como fecha límite.
Pusimos fechas de próximas reuniones y terminamos con otro momento de silencio orante recogiendo el día con expresiones, sobre todo de agradecimiento y alegría, de habernos sentido a gusto, con mucha libertad, poniendo a disposición las luces, dones y posibilidades de cada uno de los miembros. Vamos así construyendo camino entre nosotros y para ayudar a los demás.
En el Colegio Mayor nos sentimos en casa, muy bien cuidados, con atenciones a cuantos detalles podamos necesitar. En el momento del descanso, las fotos para publicar que ya son un ritual obligado.
María Luisa Berzosa fi.