La Cuaresma es una invitación a vivir durante 40 días una experiencia de adentrarse en el desierto en alusión a los 40 años que pasó el pueblo de Israel en el desierto con Moisés y los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de iniciar su vida pública.  Es un tiempo especial, un tiempo para tomarnos el pulso de la vida y prepararnos para el gran acontecimiento de la Pascua. Estamos invitados a vivir la cuaresma como un tiempo de liberación. Estos días tenemos la oportunidad de experimentar un modo de entender la vida en total libertad. Pueden ser escuela para el resto de los tiempos. La limosna, la oración y el ayuno no son cargas pesadas sobre nuestras espaldas que ahora tocan y que podemos olvidar dentro de unas semanas. Son una auténtica revolución y alternativa para vivir con sentido.

El papa Francisco en su mensaje de Cuaresma 2024 nos dice que «es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerseDetenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido«.

El desierto es un lugar de paso y un espacio ambigüo, en él podemos encontrar el sentido o nos podemos perder. Sin embargo, en él nos espera Dios para ahondar en nuestra historia de fe y fortalecerla, «A través del desierto, Dios nos guía a la libertad«.