Durante el fin de semana del 29 de febrero y 1 de marzo pasados, 40 jóvenes en representación de las diócesis españolas, congregaciones y distintas realidades eclesiales participaron en el 3er Seminario Nacional con Jóvenes convocado por el Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Este encuentro se celebró en el Centro de Espiritualidad de Valladolid y tuvo como tema «La comunicación de la verdad de Jesús».
Las Hijas de Jesús invitamos a participar a Judit Capellán Flores. Es de Donostia-San Sebastián, estudia 4º de Medicina y es antigua colegiala del Colegio Mayor Berrospe. Nos deja su testimonio.
Hace dos semanas me ofrecieron la posibilidad de vivir el 3º Seminario Nacional con jóvenes de la CEE, una oportunidad que desde el principio me pareció un regalo. Sin embargo, y después de ser consciente de que estábamos a finales de febrero me replanteé el ir, pero dado que ya me había comprometido cumplí con mi palabra y fui.
Hoy, y después de haber vivido 30 horas en diálogo comunitario, solo puedo dar gracias a Dios por hacerme partícipe de este fin de semana, por hacerme ver que en la Iglesia hay cabida para todos, que las diversas realidades que en ella convivimos son un medio para hacer llegar de formas distintas la Buena Noticia, el mensaje de Jesús. Él nos une para que cada una de las personas podamos vivir en Verdad desde nuestro carisma, movimiento, congregación o diócesis. Tenemos la suerte de que son muchas las vías que en ella encontramos para caminar en nuestro proceso de fe, de vida.
Todos compartimos el querer seguir sus pasos, la vocación de llevar sus enseñanzas a nuestro día a día. De eso, hemos sido muy conscientes gracias a este encuentro. La Iglesia es una, es una institución que se concreta en cada persona, por eso como jóvenes somos responsables de ser y hacer Iglesia en nuestro día a día, de construir puentes entre esos caminos para que, en comunión, podamos ser Iglesia en salida.
En torno al tema de “La comunicación de la verdad de Jesús” se nos plantearon 4 preguntas principales que trabajamos en grupos a partir de textos del Instrumentum Laboris para el Sínodo de los Jóvenes. La dinámica siguió siempre el esquema de reflexión, contribución personal y diálogo abierto para sacar de lo hablado 2 ideas principales y 2 propuestas.
En un clima de reflexión y oración en comunidad, también surgieron debates desde una perspectiva cristiana de temas de gran actualidad. Al contrario de lo que muchas veces nos quiere hacer pensar la sociedad, los jóvenes queremos ser comprometidos, tener responsabilidades y vivir una vida auténtica. Somos también conscientes de que las redes pueden ser un gran aliado para hacernos oír y que no hay mejor manera de predicar que con el ejemplo.
Ha sido día y medio de sembrar, siembra cuyos frutos veremos cuando, tras un tiempo regando y cuidando lo que hemos plantado, brote. Pero, como dijo Raúl Tinajero, “la Iglesia no trabaja para hoy, trabaja para la eternidad”. Y nosotros, como jóvenes, tenemos que ser el viento activo de la evangelización, tenemos que ser sujetos en acción.
Judit Capellán Flores
Estudiante de 4º de Medicina
Antigua colegiala del CM Berrospe