El pasado viernes 28 de abril concluía en Madrid la formación de la IV promoción de Directivos. Raquel Amigot, delegada de Obras Educativas y Charo Ros, encargada del área de formación dentro del EPOE, no pudiendo estar presentes en Madrid, han querido sumarse al cierre de esta IV edición de esta formación que se viene realizando desde el curso 2010 dentro del Plan de Formación de las Obras Educativas de las Hijas de Jesús, un plan que «abarca muchos ámbitos, desde los profesores nuevos que se incorporan a nuestras escuelas, pasando por los que ya llevan una trayectoria hecha, de 15 a 25 años, o los que celebran su presencia en la familia de la M. Cándida con más de 25 años, hasta vosotros, actuales y futuribles directivo», según informan en dicha carta. 

En ella hacen también un repaso a lo que han supuesto estas 4 semanas presenciales de formación, «y dos cursos conectados vía whatsapp, que nos ha permitido también compartir vida y celebrar acontecimientos que nos han ido surgiendo durante este tramo de tiempo»:

Ahora ya, con la distancia tomada desde que comenzamos, creemos que es más fácil hacerse idea de lo que hemos pretendido con esta formación, y hacia qué objetivos tendíamos. La primera semana nos situó en un marco de aspectos más generales: una sociedad en cambio, el marco de la enseñanza en España, el lugar de la religión en la sociedad española, así como la situación de la familia y el fenómeno de la multiculturalidad en nuestras escuelas. La segunda semana, nos adentraba más en la figura del directivo: qué habilidades ha de tener, el papel de este en la evangelización de la escuela, la importancia de un buen proceso de selección y cómo realizarlo, y un tema de suma importancia, el de la Misión compartida, en el que debemos poner “toda la carne en el asador”, laicos e Hijas de Jesús.

Y la tercera semana, queridos amigos, la que más no llegó a todos, la semana institucional, que tocó temas de hondura y discernimiento, sobre lo que es de raíz y de sentido para nosotros, liderazgo ignaciano, discernimiento, la M. Cándida como líder apostólico,… Permitidnos aquí, transcribir algunos de vuestros ecos personales: “Gracias de todo corazón por hacerme partícipe de todo cuanto hemos vivido esta semana”, “en esta formación me enriquezco como persona”, “una oportunidad que agradezco enormemente en la que se me movieron muchas cosas por dentro”. Y lo más especial… la visita al Rosarillo, “Sentimientos muchos: de emoción, de familia, de unión, de agradecimiento, de momento súper especial y de mucha espiritualidad”, “Conmovedora. Todos formamos parte de un mismo sueño”, “Emoción de sentirme más cerca de las Hijas de Jesús”,…

Y en esta última semana, temas, si nos permitís, más arduos y densos, pero trascendentales para la organización, funcionamiento y eficacia en la gestión de un centro    

La formación de directivos trata de cubrir en esas cuatro semanas presenciales todos aquellos ámbitos que giran y se entrecruzan cuando se asume el servicio de gobierno, tanto en el nivel local como en el Provincial; todos aquellos asuntos y cuestiones que surgen en el día a día de la escuela. Pero es una formación que también pretende:

«confirmar que somos un cuerpo, que somos red que enfoca hacia el mismo horizonte, que camina hacia la Misión que tenemos como obras educativas de las Hijas de Jesús, y que cada vez más debemos consolidar esa Misión-Visión compartida laicos e Hijas de Jesús»

 

En la carta de cierre, Raquel y Charo, también animan a los integrantes de esta IV promoción de directivos a continuar viviendo su vocación de educadores, disfrutando de una labor preciosa, especialmente cuando se realiza desde la vocación de educador cristiano. Y destacan los valores del grupo: 

Esta IV edición, en la que hemos tenido el gusto de acompañaros desde el Equipo de Obras, hemos visto cómo habéis ido creciendo como familia, es verdad que ha sido fácil: un grupo que ha sido capaz de encajar desde el primer momento, cada uno con nuestras fortalezas y debilidades, pero con el respeto y el cariño como valores candentes; un grupo del que hemos recibido felicitaciones por vuestra proactividad, participación, implicación, alegría,… Un grupo “bueno”, en definitiva, con potencial y con futuro en las responsabilidades directivas. ¡Mucho ánimo!.

Esta formación, estructurada en 4 semana, se complementa desde hace unos cursos con una 5ª semana, pues se ofrece a los directivos la posibilidad de participar en Loiola en una semana de Ejercicios Espirituales, «cuando cada uno de vosotros, desde el momento personal en el que se encuentre, decida que es el momento, sin forzar a nadie, pero sí ofreciendo esta ocasión de vivir una experiencia profunda de fe. Os animamos a que no perdáis la oportunidad».