En una de las notas que suele enviar Paco Pepe sj, decía el otro día que
había quedado con la novedad en un banco del parque y que la había esperado un rato, hasta que cayó en la cuenta de que la novedad estaba con él desde el principio, mientras descubría la belleza de los árboles, escuchaba a los pájaros y observaba a las personas.
Nuestra novedad ha sido la decisión de pasar unos días como comunidad en La Fontiña. Al terminar el curso, el verano se nos presentaba con diferentes tareas para cada una y la forma de descansar unos días juntas y trabajar la CG XIX, ha sido guardar los últimos días del mes de agosto para ello.
Hemos disfrutado de la playa, de los atardeceres espectaculares mientras el sol se hundía en el mar, de los paisajes, de los caminos… incluso de un arco iris como nunca lo habíamos visto, en el viaje de vuelta a casa.
Hemos disfrutado del compartir nuestras experiencias en torno a las propuestas de las conversaciones en el Espíritu de la preparación a la CG XIX, de la oración en común… Hemos celebrado los cumpleaños atrasados: en total, 208 años.
Volvíamos a casa el sábado. El viernes por la tarde llegaron las hermanas de la comunidad de Vigo. Juntas, disfrutamos del atardecer desde un extremo de la playa del Montalvo y terminamos el día con la cena fraterna.
La novedad se ha sentado a nuestro lado, sí. Aunque ¿no sería mejor decir que Dios nos ha regalado estos días de descanso y de compartir en comunidad? Por eso, a la vuelta, en el coche, nos salía decir: ¡Gracias, Señor, graciñas!
La comunidad de Orcasur