Bajo este sugerente y breve titular, nos reunimos el viernes 3 de febrero, en la Inter, los responsables de comunicación de los centros con el Equipo de Ayuda para la Comunicación.
Es el tercero que realizamos y cada encuentro es un paso adelante en varios aspectos: se va creando grupo entre nosotros, de familiaridad cercana, de aprendizajes mutuos, de verdadera Red de redes que se teje poco a poco y desde los diversos lugares donde nos encontramos.
Comenzamos con una comunicación personal, íntima, con nuestra propia interioridad, paso importante e imprescindible para comunicarnos con los demás. Compartimos el estilo personal de comunicadores y fue muy consolador ver cómo se reflejaban los rasgos de nuestro ser de familia, carismático, ahondando en la finalidad de nuestra comunicación que es la comunión, fuerte y firme en la raíz para gozar la riqueza de la diversidad y el pluralismo que se vio reflejado cuando por la tarde compartimos las buenas prácticas de lo que vamos haciendo.
Estos rasgos eran: alegría, cercanía, crear puentes, valores, ilusión, comunicar con pasión, afectiva, cercano, abierto a opiniones, compartir relaciones, familiaridad, dando sentido positivo …
Son pasos muy importantes con los que vamos creando entre todos el Manual de Estilo, qué queremos comunicar, cuándo, a quién, cómo, por qué … ya tenemos bastantes aportaciones recogidas en el trabajo de grupos al que dedicamos también un rato del día.
Al terminar los mensajes que nos llevamos se sucedían en esta línea: esperanza, compartir, camino, ilusión, agradecimiento, aprender, enriquecimiento, camino, apertura, vínculos …
Encontrarnos ya es la comunicación valiosa por sí misma, el intercambio va sumando ánimo e ilusión para continuar este camino con esperanza y mayor compromiso cada día.
Es admirable la labor de nuestros comunicadores porque es un trabajo extra sobre sus horarios habituales siempre tan llenos, pero la pasión por este servicio supera todas las dificultades.
María Luisa Berzosa fi
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