Clausuramos el Año Jubilar, convocado por los 150 años de fundación de la Congregación
Un 8 de diciembre de 1871, Santa Cándida, una mujer con poca cultura y escasos medios materiales se aventuró a fundar una congregación con el nombre de Hijas de Jesús. Con motivo de los 150 años de vida, la superiora general, Graciela Francovig FI, convocaba un Año Jubilar que ya ha clausurado en Salamanca, la ciudad que vio nacer a las Jesuitinas.
La superiora general viajó junto al consejo general desde Roma para vivir este acontecimiento de manera presencial. “Desearía aprovechar esta celebración para que nos sintiéramos todos enviados, recibiendo el envío del mismo Dios”, aseguraba los días previos al cierre del año.
Eucaristía en la Clerecía
El acto de clausura comenzó con una Eucaristía solemne en la Iglesia de la Clerecía, presidida por Francisco José Ruiz Pérez, SJ, representando el vínculo histórico de las Hijas de Jesús con la Compañía de Jesús. “Nos llena de emoción encontrarnos en este lugar de sueños, de compromiso y de envío. De aquí salieron Santa Cándida y sus primeras compañeras, con gran confianza, a la aventura de ser Hijas de Jesús”, confesaba Graciela Francovig durante la celebración.
Por su parte, Francisco José Ruiz Pérez, SJ aprovechó la homilía para agradecer y felicitar a todas las Hijas de Jesús que mantuvieron y mantienen vivo el carisma y el legado de Santa Cándida.
La ventaja de asistir a esta fiesta de hoy, a 150 años de aquel primer paso que dio la Madre Cándida, es que podemos tener la certeza de que fue un paso de Dios. Una ventaja mayor de asistir a esta fiesta de hoy, a 150 años de aquel primer paso que dio la Madre Cándida, es que podemos ver que, de ese paso, está muy precisada la humanidad que habitamos. Pero la ventaja máxima de asistir a esta fiesta de hoy, a 150 años de aquel primer paso que dio la Madre Cándida, es que estáis aquí, queridas Hijas de Jesús, para aceptar nuevamente la invitación de Dios a la misma misión que un día le propuso a la Madre Cándida.
Durante la ceremonia, las Hijas de Jesús y un centenar de laicos vinculados a ellas dieron las gracias por los 150 años de camino conjunto y compartido. Además, los asistentes recibieron como obsequio un lápiz de semillas, “con el objetivo de seguir sembrando juntos, llevando el carisma de Santa Cándida a todos los rincones del mundo y, al mismo tiempo, escribiendo nuevas páginas de vida con el Señor”.
Acto cultural
Para continuar con la festividad, tuvo lugar, en el Colegio Mayor Montellano, un acto cultural con espectáculos de danza, música y poesía. Un espacio de lo más emocionante en el que pudieron escucharse, entre otras, canciones del disco que acaba de salir a la luz: ‘La audacia del corazón’ y que culminó con la lectura de una carta de Santa Cándida.
Después de darlo todo cantando, bailando y compartiendo, los invitados terminaron la celebración con un vino español y con el deseo de seguir disfrutando del carisma y del camino que comparten todos los miembros familia universal de Santa Cándida.
Vosotros sois hoy las palabras que cuentan lo que somos, la historia en cuerpo y alma de un carisma vivo y un camino compartido.
Vigilia de oración
Para conmemorar los 150 años de la Congregación, también se celebró una vigilia online organizada por la Comisión Internacional de Jóvenes. Fue un tiempo de oración y reflexión en el que se pudieron unir personas de todas las culturas y presencias de las Hijas de Jesús.