El pasado jueves 23 de febrero, la Fundación Secretariado Gitano hizo entrega de sus premios anuales Solidaridad con G. En su modalidad individual se lo concedieron este año a Carmen López Arjona, Hija de Jesús actualmente destinada en A Coruña. Un reconocimiento con el que agradecer «toda una vida de compromiso dedicada a impulsar la promoción de las personas gitanas y mejorar sus condiciones de vida.

Durante el acto de entrega, que tuvo lugar en la sede de la Sociedad General de Autores (SGAE), Carmen, desde la sencillez que la caracteriza, tuvo palabras de agradecimiento para la Congregación, para los voluntarios y los trabajadores sociales y, como no, para los gitanos, «que tanto me han enseñado».

 

Entrevista

En los pasados días, además de atender a muchos medios de comunicación que han querido hacerse eco de su labor, pudimos mantener una larga conversación con ella, que compartimos con todos a partir de un amplio resumen de la misma (pincha aquí para ver el video) o leyendo algunos de los destacados de la entrevista:

De su experiencia en el trato con los gitanos, Carmen López destaca de ellos el respeto que tienen a sus mayores y la solidaridad que muestran unos con otros. Para ellos “no hay ni mío ni tuyo, sino el que lo necesita. Y si cae uno enfermo, ahí acuden todos. Aunque hoy en día no. Han ido perdiendo lo bueno de los gitanos y cogido lo malo de los no gitanos”.

“Yo le digo siempre a los voluntarios que vamos a darles cariño, y a estar con ellos. Y si está un día lloviendo, pero tienes que subir, pues subes. Y eso lo aprecian mucho, aunque no lo comuniquen, porque el gitano es muy tímido”, explica Carmen desde la abnegación y humildad que una vida entregada a los demás le ha ido inculcando.

Y desde sus 85 años de experiencia acumulada nos lanza a todos un reto: tratar con cariño y paciencia a todo el mundo, especialmente a aquellos que no siempre hacen las cosas del todo bien, “recibiéndoles con una sonrisa grande, y como si no hubiese pasado nada, tratando de ganártelo. Porque hay que ganarse a la gente, una veces escuchando y otras reprendiendo, pero siempre mostrándoles cariño”.

Y es que Carmen siempre ha visto en el gitano el rostro del Señor, “y luego cuando hago oración veo lo que él hace y me digo que esto que estoy haciendo no es nada con lo que Él hizo. Y eso a mí me espolea; y si un día me dan un desprecio, no lo tengo en cuenta y sigo adelante”.

“La Madre Cándida  hoy nos diría que atendiéramos a los más necesitado, porque fue lo que ella hizo, y que estuviésemos muy pendientes del otro. Porque el muy necesitado no es sólo quien no tiene para comer. Hay otras muchas necesidades que hay que atender, que hay que escuchar”.

Ecos en los medios de comunicación: