«La veo a usted muy atareada, pero espero no la impedirá, con la gracia divina, de estar en su presencia y que todo cuanto haga sea con la rectitud que nos hemos propuesto para hacernos agradables a Dios»
DIOS SIEMPRE HABLA
Dios cuida de mi vocación por medio de lo que los otros ven en mí. El mirar de los demás es el mirar de Dios y nos hace saber que no le pasamos de manera inadvertida. Le importamos y mucho.
Nos invita de manera generosa a estar en medio de los ruidos cotidianos, a no huir de ellos e incluso a afinar mucho el oído porque el bisbiseo del Dios Amor también se oye en el propio ruido. Dios habla siempre con quien está en la frecuencia adecuada e incluso estando sin sintonía.
Captemos la novedad que Madre Cándida nos ofrece.
Luisma González (Madrid)