Poder acercar realidades, posibilitar experiencias, poner nombre, dar la palabra, compartir vida… ¿No es eso educar?

Algo de todo eso vivimos todas las personas que participamos en el encuentro que tuvimos en la Asociación Intercultural de Mujeres Nakani, de la que formamos parte las Hijas de Jesús, en Roquetas de Mar, Almería, con alumnas y alumnos del colegio Virgen de la Paz, de la Fundación Jesuitinas en Piedras Redondas, Almería. Son dos presencias educativas en las que estamos presentes las Hijas de Jesús, bien cercanas geográficamente, pero separadas por el desconocimiento, la indiferencia y quizá también por el miedo. La experiencia de contacto con una realidad social la plantea el colegio y Nakani acoge la iniciativa con ilusión.

El encuentro con la realidad de los invernaderos, caminar entre ellos, saludar a las personas que nos encontramos, percibir el calor, ver las infraviviendas en las que algunos viven, recorrer los caminos que ellas tienen que recorrer para coger un autobús, para ir al médico, al colegio…

Llegar a la asociación y ser recibidos con sonrisas, recibir un regalo personalizado, escuchar sus experiencias, realizar juntos algunas actividades posibilitó el acercamiento, el reconocimiento mutuo, la emoción, al compartir historias de vida.

Así lo expresa una de las alumnas que participó en la experiencia:

“La verdad es que fue una experiencia enriquecedora e inolvidable. Mereció la pena la experiencia. Sin duda a los niños les llegó y a las profes también”, ecos de las profesoras que participaron de la experiencia.

Merece la pena acercar mundos, abrir puertas, iniciar caminos, dejarnos tocar… A ello estamos invitados y agradecemos esta experiencia que lo ha posibilitado.

Hijas de Jesús de Roquetas de Mar. Almería.