Ha sido un motivo de alegría y una estupenda oportunidad para sentir más cerca a toda la Congregación. Dios está pasando por nuestra vida constantemente, pero a veces no somos muy conscientes de su presencia. Con la visita de Mª Inés y de Sagrario hemos podido sentir y disfrutar de esta cercanía de Dios y de las hermanas entre nosotras.

 

Este paso de Dios  se ha traducido en aliciente, impulso y ánimo para reforzar nuestra  vocación de Hijas de Jesús. A través de sus palabras, la M. General nos ha invitado y llamado, una vez más, a vivir nuestra vida consagrada sin límites, en las circunstancias concretas que nos toca vivir.  Y porque nuestra vocación es del Señor, estamos urgidas a “cuidar y mimar esta vocación” . Dios nos ha “metido” en su plan, pero es un Dios fiel que nos acompaña y transforma…

 

Agradecemos al Señor este paso entre nosotras a través de la mediación de Mª Inez y Sagrario. Agradecemos  su llamada a recordar y poner nuestra atención en la vocación a la que hemos sido llamadas para un mejor servicio en su Iglesia. Deseamos responder, “sin despistes”, aún  contando con nuestra debilidad, pero, sobre todo, sabiendo que  su gracia nos acompaña siempre.

Inés Cruz

 

En nuestra comunidad recibimos la visita de MªInez y Sagrario entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Fueron dos días intensos, donde tuvimos ocasión de compartir lo que vivimos y conocer más nuestra familia amplia de las Hijas de Jesús. Comparto algunos ecos:

 

La visita de la M. General nos recuerda que somos cuerpo universal, que pertenecemos a una comunidad universal. Nos amplía la mirada más allá de lo local. Nos lleva a la unión de ánimos que tiene expresión en lo local. Somos enviadas a un mismo lugar para trabajar el bien de los prójimos.

 

En nuestros encuentros fuimos compartiendo y reflexionando sobre cómo es y está nuestra comunicación, escuchamos la invitación a redescubrir la comunidad: qué nos une, buscar cómo crecer como comunidad, preguntarnos cómo vivimos el ser miembros de la Iglesia, cómo vivimos la diversidad, cuál es nuestra jerarquía de valores en la vida comunitaria y personal en nuestra realidad, etc.

 

Yo me quedo con una de las frases que me llegó de M. Inez y que comparto plenamente: “Nuestra misión es ayudar a los prójimos a conocer la bondad de Dios que a todos nos hace hermanos”.

Pakea Murua

 

Durante los días 2,3,4 y 5 de noviembre nos visitó la M. General. Su paso siempre crea expectativas, concilia esperanzas.Todas colaboramos a tener un contacto eficaz personal con ella. Los contactos comunes fueron sabrosos haciendo un repaso fotográfico de la Congregación por Oriente y por América.

La Comunidad de la enfermería