Durante los días 11 y 12 de julio, en Salamanca, se vivió una jornada intensa y llena de significado, marcada por el compartir fraterno, la escucha atenta y el diálogo profundo entre el gobierno provincial saliente y el entrante de las Hijas de Jesús. Fue un tiempo para contemplar el camino recorrido, reconocer aprendizajes, asumir los retos vividos y mirar juntas la vida de la Provincia con esperanza.
Este proceso de transición estuvo iluminado por la llamada de la Determinación CGXIX, que nos impulsa a renovar nuestra identidad como Hijas de Jesús en el contexto social, eclesial y congregacional actual. En este marco, se expresó un sincero agradecimiento al gobierno provincial saliente por su reflexión, entrega y su deseo generoso y fiel de responder a los desafíos de este tiempo.
La jornada del día 11 culminó con la celebración de la Eucaristía junto a las Hermanas de Salamanca, un momento de profunda gratitud por la presencia de Dios en cada hermana y en los acontecimientos vividos. Como expresión de la fraternidad compartida, la celebración concluyó con una cena sencilla, llena de vida y comunión.
El día 12 de julio, el nuevo gobierno provincial celebró su primera sesión de trabajo, dando inicio con ilusión a esta nueva etapa, con el firme deseo de consolidarse como equipo y continuar caminando juntas al servicio de la Provincia.
Ese mismo día, realizaron una visita a la comunidad-enfermería, donde compartieron la Eucaristía y la comida, iniciando así una presencia cercana en las comunidades, signo concreto del compromiso con la escucha, el acompañamiento y la comunión fraterna.