Ayer, 8 de septiembre, día de la Natividad de María, también de la Virgen de la Vega, la comunidad de la Curia General celebró las Bodas de oro de nuestra hermana Sofía Contreras. Se unieron también Carmela y Miquelina, de Regina Pacis, y Clara Echarte.

Ya de víspera comenzamos a prepararnos para esta fiesta: ensayo de canciones, flores, adornos, reparto de tareas… todo con el deseo de homenajear a Sofia por semejante aniversario.

Esa mañana a las 7.30 nos acompañó Miguel Márquez ocd, Superior General de la Orden de Carmelitas Descalzos, para presidir la Eucaristía.  Amigo de Sofía, fue un regalo que ella valoró con mucha alegría. Igualmente, Miguel se mostró contento y agradecido por haber sido invitado.

Nos dejó un testimonio de sencillez, cercanía y naturalidad y nos ofreció una preciosa homilía invitándonos a renovar la propia consagración junto a nuestra hermana, haciéndonos más conscientes de que el Señor se ha enamorado de cada una de nosotras y por eso la actitud de agradecimiento que debe acompañarnos.

“Hoy,  con María, -siguió diciendo Miguel- un nacimiento nuevo; estrenar el sí de Dios en fidelidad inquebrantable a tu vida. Dios, Jesús, enamorado y prendado de ti renovando esta alianza”. Nos invito a ser mujeres del alba, intrépidas, valientes y humildes con los pies en la tierra y arraigadas en Jesús.

Los cantos, peticiones, ofrendas, completaron nuestra participación, subrayada por la acción de gracias de la misma Sofia en la que recordó a sus padres, familia, hermanas que la han acompañado, jóvenes de quiénes aprendió tanto… gracias al Señor que siempre la llevo tatuada en la palma de su mano. Profundamente agradecida a la fidelidad del Señor para con ella. Hace 50 años un SI lleno de ilusión. Hoy un SI más gozoso y consciente.

En el desayuno y después en la comida, continuamos compartiendo con mucha alegría y la ofrecimos unos regalos como símbolo de nuestro agradecimiento cariñoso.

¡Gracias, Señor, por tu fidelidad para con Sofia! ¡Gracias, Sofia, por tu respuesta generosa! Te acompañamos en el camino.

María Luisa Berzosa González fi