Este curso que ahora termina, ha sido una nueva oportunidad para acoger y acompañar a los inmigrantes que han pasado por la asociación Nakani en Roquetas. Y una nueva ocasión para dejarnos interpelar y cuestionar nuestras actitudes, compromisos y prioridades.
También ha sido una nueva oportunidad para hacer camino juntos, para intentar meternos en su piel, en sus dificultades para encontrar trabajo, para empadronarse, para encontrar un lugar donde vivir y para sentir la soledad. En definitiva, de sobrevivir cada día aprovechando al máximo todas las posibilidades que les ofrece la vida olvidando el riesgo del viaje y la lejanía de su familia.
Por supuesto, también ha sido una ocasión para descubrir al Señor que nos ha salido al paso, nos ha invitado a hacer posible el Reino donde la justicia sea igual para todos, donde todos nos consideremos hermanos porque tenemos un mismo Padre y que el color de la piel o el idioma no sean barrera sino riqueza para vivir la interculturalidad, donde la dignidad de la persona esté por encima de cualquier diferencia.
También ha sido tiempo para dar lo mejor de nosotras mismas al ver el esfuerzo y la superación que ellos hacen para salir adelante, donde nada se les regala, donde su confianza supera todas las dificultades y problemas de la vida diaria.
Nuestro contacto con ellos y ellas, nos han regalado el poder acompañar su cansancio de muchas horas de trabajo ganando lo mínimo, pero que les permite sobrevivir, pagar una habitación con otros compañeros, contratar un abogado que les vaya orientando en su preparación de papeles, mandar dinero a su familia, alimentarse y alguna vez, comprar alguno de los papeles que se les exige para conseguir la “legalidad”. No cubrir todos estos gastos supone más tiempo y menos posibilidades.
En medio de todos estos esfuerzos, sacan tiempo para las clases de español, para intentar mejorar su comunicación con las personas con las que trabajan e intentar integrarse un poco más en el pueblo donde viven. Durante el curso con nosotras, también han encontrado otro tipo de formación: salud, crecimiento personal, civismo, resolución de conflictos, pero sobre todo hemos intentado crear un ambiente de familia y un lugar donde hacer amigos para ayudarse unos a otros.
Comunidad de Roquetas de Mar