En pleno tiempo de adviento… reflexionamos desde Laudato Si (LS) sobre la conversión ecológica…  Hace tiempo que no creo en las casualidades…

La conversión ecológica, que es una conversión comunitaria, supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer lugar implica gratitud y gratuidad (…) También implica la amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal (…) Además, lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo, para resolver los dramas del mundo.

(LS 219-220)

  • Gratitud y gratuidad: vivir desde el agradecimiento, no desde la exigencia, desde el sentir que nada me pertenece, sino que todo se me da… y desde ahí desentrañar la gran posibilidad de que nuestras relaciones, con nosotros mismos, con los demás, con la creación, con Dios, no sean utilitarias, no sean prácticas y pragmáticas… sino sean en gratuidad, para el disfrute de la propia relación, sin otro objetivo que el estar… ¿A quién le gusta que le exijan, a quién le gusta que le utilicen…? ¡Pregúntatelo!

 

  • Comunión universal: procedemos de la tierra… somos tierra… homo-humus…  ¿quizá por eso Dios en el Génesis, crea al hombre y a la mujer de la tierra y les da su aliento vital? ¿Quizá por eso sentimos que nos revitalizamos al pisar la tierra, la hierba, con nuestros pies desnudos…? ¿quizá por eso algunas culturas nos enseñan a pedir permiso a la tierra cuando la cultivamos? ¡Siéntelo!

 

  • Creatividad y entusiasmo: si somos creados a imagen y semejanza de Dios, que es Creador… nosotros también somos creadores, y creativos… artistas, innovadores… para continuar la obra creadora… para resolver los dramas del mundo…  para construir un mundo mejor para TODOS. ¡Experiméntalo!

Equipo de Revitalización de nuestro ser en Misión