El 24 de septiembre se celebra la festividad de Nuestra Señora de la Merced. Es una fecha destacada en la historia de la Congregación, pues un 24 de septiembre de 1903, la Madre Cándida y sus compañeras realizaron sus Votos Perpetuos, los primeros hechos en la Congregación.

Teresa Zugazabeitia FI, desde Tolosa, nos envía un artículo para ayudarnos a recordar lo vivido en esa fecha y durante la Tercera Probación. También nos acerca a la significación de esta festividad mariana.

 

24 de Setiembre: NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

Fecha congregacional muy importante: primeros «Últimos Votos» de la M. Cándida y compañeras.
Alianza definitiva entre Dios y esa Congregación que la M. Cándida desea se llame “HIJAS DE JESÚS”
 
Nos situamos en 1903.
La  Congregación es ya de derecho pontificio y las Constituciones aprobadas «ad experimentum»
Nada impide que aquellas primeras Hijas de Jesús, ya en misión educativa, puedan ser consagradas en «perpetua pobreza, castidad, y obediencia», al estilo y seguimiento de Jesús.
Son sus hijas… y deben parecerse a Él. 

 

Avanza septiembre y pronto las hermanas tendrán que incorporarse a la escuela.
La M. Cándida lo tiene en cuenta al organizar la Tercera Probación previa a la emisión de los  Votos Perpetuos. Será en verano; sin menoscabo de la escuela: «…para la apertura de las clases ya se procurará que estén en las casas» (Carta 263). 
 
Es la misión la que determina los tiempos. 
Y así se procedió en la Congregación, hasta el año 1982, que empezó la Tercera Probación en septiembre, en Roma, con carácter internacional. 
 
La M. Cándida sabe lo que tiene que hacer. 
Las Constituciones del 73 prescriben un tiempo inmediato de preparación antes de emitir los  Votos Perpetuos. 
El P. Herranz  también lo había dejado escrito: «Esta Probación es un tiempo en que conviene instruirse más en las cosas espirituales y corporales, con el fin de aprovechar más en la humildad, abnegación universal de todo amor sensual y juicio propio, para mayor conocimiento y amor de Dios» (H. 147)
 
Ella misma nos lo cuenta en carta a Fr. Joaquín Pérez Pando:
«Estamos en la tercera probación para hacer los Votos Perpetuos. Vinieron de todos los colegios para este efecto; estamos 43, y, con  todas las demás, nos reunimos en  éste  su  noviciado unas 73  Hijas de Jesús; es una hermosura.[…]  Pida mucho para que salgamos muy aprovechadas y hagamos los santos votos con todo el fervor posible y nos hagamos muy santas» (Carta 264) 
 
Conlleva también una logística doméstica. Por eso escribe a la H. Josefa González: «vamos a empezar la prueba para hacer los Votos Perpetuos [… ] Tienen que venir al noviciado; y como sabe Vd. que aquí no hay nada, traigan, para ayuda de gastos, algún dinero […] Traigan dos baúles, uno con las mudas de Vds. y otro con las ropas de cama y alguna manta, pues no hay;…» (Carta 263)
 
Primera TERCERA PROBACIÓN, 43 hermanas, en suma pobreza, y en suma alegría: «es una hermosura!» 
 
 

La fiesta: LA VIRGEN DE LA MERCED. 

La Liturgia de Septiembre ha celebrado ya tres fiestas de la Virgen: la Natividad, el 8. El Dulce Nombre de María, el 12 y Los Dolores de María, el 15. Queda el 24, NTRA. SRA. DE LA MERCED. 
 
Muy venerada en Cataluña. Al amparo de esta advocación,  Nolasco, Raimundo de Peñafort, Jaime I de Aragón y compañeros laicos en agosto de 1218 fundan la Orden de la Merced. Se entregaban en rehenes para rescatar hermanos cautivos por moros y sarracenos, cuya fe cristiana amenazaba claudicar. Fue más tarde cuando se organizaron en Orden clerical militar. 
 
VIRGEN DE LA MERCED es decir: de la Piedad, de la Clemencia, de la Misericordia… como le reza el pueblo fiel: DIOS TE SALVE! REINA Y MADRE DE MISERICORDIA! 
Alfonso X el Sabio, lo percibe en este sentido, “sacar a los omes de captivo es cosa que place mucho a Dios, porque es obra de merced…” 
 
 
Pero es que además una «merced» es: un don, un favor, un regalo, una dádiva, una recompensa. 
 
 
 
Nos acordamos de la expresiva Isabel:
…bendita tú entre las mujeres, 
…feliz porque has creído, 
.. se te cumplirán las promesas, 
¡BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚS! 
 
La Virgen de la MERCED,  es MARÍA, MADRE Y REINA DE MISERICORDIA, entregándonos su mejor «merced», el fruto de su vientre: JESÚS. 
Total actitud de donación: PIETÀ de Miguel Ángel. Pero la certeza de la fe va más allá y supera la inspiración del arte: JESÚS, el KYRIOS del cosmos, ha trascendido ya la muerte. 
 
Ignacio de Loyola, desde sus tiempos de Manresa, oraba con insistencia por medio de María, “que le pusiese con el Hijo”. Y en la Storta “sintió en su alma y vio tan claramente que Dios Padre le ponía con su Hijo…Y así Jesús lo tomaba y decía:’Yo quiero que tú nos sirvas’…” Sin duda, María intervino en esta merced que se le hizo a Ignacio.
 
María, «estrella de nuestros caminos» también, en este recodo del camino congregacional, cuando la M. Cándida y primeras compañeras emiten sus Votos Perpetuos. 
 
Aquel sueño de Dios, en aquel Viernes Santo de 1869, sentido por Juana Josefa en aquel altar lateral del Rosarillo, compartido por el P. Herranz, cuando todo parecía imposible… fraguaba ya, sólo 34 años después, en carisma eclesial y consagración religiosa por toda la vida, de aquellas 43 mujeres que habían querido pertenecer a la Congregación y servir a Dios… la M. Cándida tenía ya 58 años.
Carisma avalado ya por Escuelas para la educación cristiana de la niñez y juventud, el Catecismo a los párvulos. También una atención especial a mujeres trabajadoras, en los días de asueto, los domingos.
 
Ahí está María, como en el principio, Reina y Madre de Misericordia, haciéndonos la merced de entregarnos su Hijo Jesús (…poniéndonos?).  Alentándonos a tener un corazón compasivo que sintonice y  rescate y redima tantas cautividades actuales de tantos hermanos nuestros, próximos o lejanos. 
 
Está en el ADN de nuestro ser jesuitino: «pertenecer a la Congregación… y servir a Dios»… se pertenece sirviendo; «procurar el provecho espiritual de las almas y educación Católica de los Pueblos», «el bien de nuestros prójimos más que nuestro propio bienestar».
 
No sé si la M. Cándida, con ese talante organizativo y realista que tenía, pensó sólo en la misión, que las HH estuvieran ya dispuestas para las clases… que el verano era un tiempo largo propicio para esa Tercera Formación previa a la emisión los Votos de tantas hermanas… pero todo sucedió, un 24 de septiembre:
 
NUESTRA SRA. DE LA MERCED… la merced de entregarnos a JESÚS.

Teresa Zugazabeitia FI

Tolosa, a 24 de septiembre de 2019