Naike Martin FI tras su experiencia en Bolivia: “Llevo el corazón lleno de experiencias y personas a las que deseo cuidar”
‘Encontrar Alegría’ en Bolivia es una experiencia Sentido SUR creada, amasada y acompañada por las Hijas de Jesús, pertenecientes a la Red MAG+S. Este verano, he tenido el gran regalo de poder ir de acompañante. Ha sido una gran experiencia. Las palabras que a continuación voy a escribir no son suficientes para poder expresar todo lo vivido…
Viajé con cuatro jóvenes: Belén, Carmen, Elena y Nuria. Como ellas, era la primera vez que pisaba esta tierra boliviana. Durante las formaciones que realizamos antes de embarcarnos en esta aventura, aprendimos muchas cosas. Pero ahora había llegado el momento de pisar esta tierra sagrada. Era tiempo de vivir, compartir, dar y recibir, hablar y hacer silencio, aprender a esperar y respetar otros ritmos y modos…
Nuestra misión principal se desarrollaba en el internado en Buen Retiro, donde hay, actualmente, 50 internos.
Por las mañanas colaboramos en el colegio de Fe y Alegría, “Óscar Unzaga de la Vega”, donde dimos la formación sobre la Madre Cándida. Fue una semana intensa dando a conocer a esta gran mujer, profundamente creyente, humana, y referente para todos los que formamos parte de la Familia Madre Cándida. Además, también impartimos algunas clases.
Por las tardes ayudábamos con clases de apoyo: mates, física, química, lengua, inglés… Y, lo más bonito e importante, el vínculo que generamos con todos ellos gracias a las clases de apoyo, las comidas compartidas, haciendo pan, trabajando en la huerta, risas… Mucha vida compartida. ¡Les llevo a todos en mi corazón!
En esta tierra boliviana he tocado la pobreza que hay en todos los sentidos. Pero, al mismo tiempo, Bolivia es un país de mucha riqueza: su gente, su cultura, el paisaje, su generosidad… ¡Dan y comparten todo lo que tienen y son! Esta generosidad desbordante me ha hablado tanto de Jesús y del Evangelio. Se respiraba mucho Dios, mucho Jesús, mucho Reino.
Como Hija de Jesús, estoy muy agradecida de haber tenido este regalo. Vivir y compartir el carisma de la Madre Cándida en Bolivia, ver la misión preciosa que tienen mis hermanas… En todas las comunidades nos hemos sentido en casa, así lo expresaban las jóvenes con las que he ido. ¡Gracias hermanas, habéis sido un gran testimonio para estas cuatro chicas! Y doy gracias por haberme reencontrado con hermanas con las que hice en Roma la Última Probación.
Gracias al internado, a la comunidad del internado, donde hemos compartido vida y misión con las hermanas. Realmente nos hemos sentido parte de esta comunidad, haciendo y construyendo con ellas, aportando y recibiendo, viviendo y compartiendo.
Doy gracias a Dios por Belén, Carmen, Elena y Nuria, por sus deseos grandes de Dios, por haber vivido la experiencia con y como Jesús, cuidando la oración, el círculo MAG+S, el examen, la oración con la comunidad de hermanas… Todo un auténtico regalo que me habla de jóvenes muy comprometidas con Jesús y el Reino. He sido testigo de lo mucho que Dios ha ido haciendo en cada una de ellas. ¡Gracias!
Ahora toca pasar por el corazón lo vivido e ir haciendo el aterrizaje. Llevo el corazón lleno de nombres, personas, rostros, experiencias…, que deseo y quiero cuidar. Sé que Dios me espera ahora aquí y me envía al Colegio Mayor Berrospe y a Jóvenes FI, con la experiencia vivida y con el corazón muy muy agradecido.
Naike Martín FI