Desde Sevilla, y tras la celebración de sus Bodas de Oro, María Lanza comparte con todos nosotros estas palabras llenas de agradecimiento y felicidad.

El día 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de María, fue un día muy especial para mí. Celebramos en comunidad los 50 años de mi consagración al Señor. Quería que  viviéramos juntas este momento de Acción de Gracias. Compartimos la comida en la casa de Virgen de los Reyes.

A las 6 de la tarde, tuvimos la Eucaristía de Acción de Gracias, preparada con mucho cariño por las hermanas. Concelebraron los dos sacerdotes de la Parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria. Agradezco al Señor, haber compartido con la comunidad y recordar con gozo, momentos de mi vida y a las personas que me ayudaron en mi vocación de seguimiento al Señor, como Hija de Jesús. Fueron muchos los detalles de cariño y cercanía que me hicieron sentir el gozo y la alegría de vivirlo en familia.

El domingo 9, en la Eucaristía Parroquial los sacerdotes prepararon otra vez, la celebración de las Bodas de Oro. No quisieron que pasara desapercibido en la Comunidad Parroquial. Nos sorprendieron a todos los presentes, que se alegraron con nosotras.

La homilía desde la Palabra de Dios, se centró  en agradecer la Acción Pastoral que realizamos las Hijas de Jesús en estos barrios.

Doy gracias al Señor, por tantas muestras de cariño y cercanía que he recibido.

El Señor ha estado grande conmigo y estoy feliz y agradecida de haber conocido a la Madre Cándida y seguir a Jesús en el camino iniciado por ella.

María Lanza FI

Sevilla