La Iglesia celebra la Jornada de la Vida Consagrada: «Caminando en esperanza»

Coincidiendo con la Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia celebra hoy, 2 de febrero, la XXVII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, instituida por el Papa Juan Pablo II en 1997. Jornada a la que las Hijas de Jesús nos unimos para celebrar la vocación que nos une a tantas hermanas y hermanos, apasionados de Dios y abiertos al Espíritu Santo en busca de un mundo mejor.

Con el lema escogido, «Caminando en esperanza», la Jornada de este año invita a contemplar y recordar “el talante de aquellos que se consagran a Dios para ser cada día apóstoles del reino, levadura en la masa, semilla en la tierra, sal en el guiso y candelero en lo alto”, como destacan los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje para este día.

Las personas consagradas tratamos de confiar caminando en esperanza porque «Dios es nuestro desde, en y hacia dónde». Tratamos de compartir caminando en esperanza «aun cuando no llevamos bastón ni alforja ni una capa o túnica de sobra» porque «los hermanos son nuestro con quién». Y tratamos de acompañar caminando en esperanza, «aun cuando no conseguimos más que un par de monedas que echar en la ofrenda del templo» porque «los empobrecidos son nuestro para qué».

Hoy, especialmente, damos gracias a Dios por la luz que nos llega a través de la vocación entregada. Oramos por seguir siendo instrumentos de amor en el mundo y pedimos también al Señor que fortalezca nuestro sí, como consagradas, para hacer más coherente nuestro deseo de servir y amar.

¡Feliz día de la Vida Consagrada!