Esta mañana al abrir el correo, me encuentro un mensaje de una compañera de camino, una laica que pertenece a la comunidad de los escolapios, con la que voy compartiendo vida y fe.
El mensaje decía: “La gente feliz no suele consumir”… Me ha picado la curiosidad, porque lo primero que me ha venido es la pregunta: ¿soy feliz? ¿Veo mi felicidad vinculada al consumo?
Al ir leyendo el artículo me resonaban reflexiones hechas en el equipo provincial de Revitalización de nuestro ser en Misión y también lo leído y reflexionado en la encíclica Laudato Si
Lo que la Laudato Si nos propone, en mi opinión, es un modo de vivir la vida y nuestra consagración. Es una oportunidad de ver nuestras relaciones: ¿dónde está tu hermano? Ampliando el concepto de hermano, no solo a las personas, sino a la creación entera.
Os animo a leer el articulo, dejando que nos “toque”, para que no sólo nuestro pensamiento crezca y se enriquezca, sino también podamos tener cada día gestos y expresiones que vayan más acorde con nuestro deseo de vivir teniendo en cuenta la humanidad entera y sobre todo a los que más sufren.
Reconozcamos dónde estamos cada uno, porque es la posibilidad de seguir caminando…
¡Ánimo, otro mundo es posible! Continuemos uniéndonos a otras mujeres y hombres que cada día se empeñan en hacer un mundo más posible.
Blanca Esther Iriarte fi
Equipo de Revitalización de nuestro ser en Misión