Jueves 10

Los días 10 y 11, como ya anticipé, han estado dedicados al trabajo de grupos; ya se nos repartió la distribución de los mismos, son 12 de esta manera: 4 de lengua portuguesa, 2 de italiano, 5 de español y 1 inglés-francés.

Yo no tenía grupo fijo porque, al ser consultora, podía elegir y también decidir si cambiaba de grupo o permanecía en el mismo. Estuve dudando y viendo pros y contras. Al final decidí estar en el mismo porque se inicia un proceso dando aportaciones y entrar en otros no me permitiría seguirlo bien, ya que mi servicio es recoger todo lo que se vaya a presentar a la secretaría general como base para el Documento final. Quizá en las próximas sesiones de grupos que tendremos en otra semana, consideraré de nuevo desde dónde puedo ayudar mejor. 

Como ya conozco del Sínodo anterior, la primera sesión está presidida por el más anciano del grupo; después se vota la elección de moderador y relator; en mi grupo el primero es Carlos Aguiar, Cardenal de México; el segundo José Luis Azuaje, obispo de Venezuela.

La composición es la siguiente: 14 padres sinodales, 2 expertos, 5 auditores/as, una persona de otra iglesia, 2 invitados especiales, 2 asistentes, que son sacerdotes estudiantes en Roma de diversos países que ayudan al relator y a las necesidades del grupo y yo como consultora. Somos 4 mujeres, 3 de ellas aborígenes. La variedad de países presentes es grande: Ecuador, Perú, Colombia, México, Bolivia y España.

Dedicamos un largo tiempo a presentarnos para crear grupo y que se vaya dando entre nosotros la confianza necesaria para compartir juntos estos días. Poco a poco voy cayendo en la cuenta de lo que es y suponen los datos que recibo de la Amazonía: 8 millones de Km2 de superficie, 35 millones de habitantes, de los cuales 3 millones son indígenas, divididos en 390 pueblos diferentes de los cuales 137 son pueblos aún no contactados, hablan 240 diferentes idiomas recopilados en 39 familias de idiomas. ¿Qué podemos aprender de estos datos impactantes?.

Después vamos aportando puntos escuchados en el Aula que queremos discernir. También lo que hayan sido silenciados. Con gran libertad, poniendo nombre a las situaciones con mucha claridad, con respeto. Una riqueza enorme. Se profundiza en los puntos elegidos, que están o no en el Documento Preparatorio.

Viernes 11

En el segundo día vamos avanzando en presentar los temas candentes con mayor profundidad y, al mismo tiempo, con aspectos muy concretos, ya algunos con visos de claras propuestas, -aunque llegará el momento preciso para éstas-. Se va hablando con gran claridad y valentía, sin temor, poniendo de relieve los clamores de los pueblos y de las culturas. Y todo ello por parte de mujeres y varones, indígenas o no, religiosas, laicos/as, obispos, arzobispos, cardenales… La escucha es rica y consoladora. Se pueden decir las cosas más alto ¡pero no más claro!.

Se sigue el mismo horario que los días de sesión plenaria, de modo que a las 19.30 el grupo que trabajamos en obras de la Compañía de Jesús nos encontramos en la curia de jesuitas para celebrar la eucaristía, como habíamos quedado el otro día. A la luz de la Palabra fuimos compartiendo las vivencias de esta primera semana sinodal que eran bastante coincidentes: experiencia única que agradecemos profundamente, ambiente de gran respeto y libertad, en medio de una asamblea tan plural, relaciones muy cordiales con gran naturalidad entre todos y todas, comenzando por Francisco que está siempre entre nosotros como uno más, búsqueda en discernimiento dejando que el Espíritu nos vaya mostrando caminos… Se perciben también algunas posturas más resistentes a los cambios que se nos piden, pero son parte de la vida y que ya nos anticipó el Papa, ¡si lo sabrá él!… Pero se va imponiendo la vida, con un fuerte clamor, desde la región amazónica para el resto del mundo.

Agradecimos este espacio que tanto nos anima para seguir en el camino sinodal. Dimos gracias también por el equipo que fuera del Aula sostiene y anuncia en sus celebraciones, en la parroquia de Traspontina, la presencia sinodal en Roma. Cada mañana, cuando nos vamos acercando a la sesión, están ahí para saludarnos y desearnos lo mejor, todo un gesto de cercanía que nos llega al alma. Hay muchas actividades en los tiempos libres del trabajo sinodal en ese mismo lugar bajo el lema “Amazonía, tienda global, casa común”.

 

Sábado 12

Hemos vuelto a las sesiones plenarias en el Aula y hoy la oración inicial ha tenido presente una doble fecha mariana: Nuestra Señora de Aparecida y la Virgen del Pilar. Tampoco nos olvidamos de la situación que se vive en Ecuador y las presidenta y secretaria de la CLAR Confederación Latinoamericana de Religiosas/os) que están aquí, han publicado un mensaje de apoyo solidario.

Percibo hoy en el Aula un tono más firme en las intervenciones que los primeros días. Sin duda las jornadas de los grupos lingüísticos han supuesto un empuje hacia temas crecientes y con bastante coincidencia desde la diversidad de presencias que tenemos en el Aula. La voz a favor de la mayor presencia femenina en la Iglesia, para mencionar uno de los temas recurrentes, no solo viene de ellas, de nosotras, sino también de los varones, laicos, obispos, arzobispos… Creo sinceramente que el Espíritu está presente. Obedeciendo a Francisco, ‘no le hemos echado de la sala’… y cada vez hay más intervenciones de personas laicas/os, indígenas, mujeres que se hacen eco de una realidad fuerte que espera y anhela caminos nuevos en bien de los seres humanos.

Este tiempo sinodal me regala muchos aprendizajes: caer en la cuenta de la inmensidad de la Amazonía; ver que todo está muy conectado; el cuidado de la casa común por su urgencia y dimensión planetaria; las necesidades pastorales de tantas personas y pueblos; la urgencia de abrir nuevos espacios para nuevos ministerios, contando con la mujer…

La escucha en el Aula y sobre todo en el grupo, me ha abierto la mente y el corazón; las aportaciones en favor de la mujer me han dado fuerza y esperanza para los nuevos espacios que necesitamos en la Iglesia y en el mundo. Me siento amazónica en Europa y agradezco tanta sabiduría de la que aprender.

He terminado este día pasando por la Traspontina para una celebración de reconciliación con el grupo que apoya las tareas sinodales. Momento de silencio agradecido en el corazón por tanto regalo y ocasión de pedir perdón por pecados personales e institucionales…

Después he compartido cena con un grupo de periodistas de lengua española ya conocidas del año pasado, pero sin ejercer como tales… No había micrófonos, ni grabaciones, ni entrevistas… Ha sido un excelente cierre de semana.

Mañana canonizaciones varias, 4 religiosas y el Cardenal Newman. Roma se ha multiplicado en gente. El Aula sinodal se cierra por descanso dominical y yo termino mi crónica aquí.

¡Feliz domingo! Gracias por vuestros mensajes. Imposible responder personalmente, sé que lo entendéis, pero me llegan muy dentro.

A partir del lunes seguiremos contando…

Por María Luisa Berzosa fi