¡Feliz año para todos! De nuevo estamos con nuestra pequeña reflexión, que quizás nos puede seguir ayudando a profundizar en la dimensión de justicia y caridad

 En este mes,  el número de la encíclica Laudato Si en el que nos vamos a centrar es el 222 .

«La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo. Es importante incorporar una vieja enseñanza, presente en diversas tradiciones religiosas, y también en la Biblia. Se trata de la convicción de que « menos es más »”.

 “Menos es más”… cuando nos enfrentamos a la cuestión del sentido que le damos a la vida. Muy a menudo el Evangelio nos propone una paradoja que, como tantas otras, parece contradecir la cultura dominante. ¿Quién quiere tener menos hoy en día?

Pero este es un aspecto vital que nos reporta mayor o menor credibilidad como cristianos. Si queremos sustraernos a la lógica dominante del consumo ilimitado, tenemos que dar ese salto y creer que esta propuesta es realmente la que más dignifica nuestra vida y la que de paso contribuye a un sistema social y ambiental más justo y equilibrado.

De esta manera, dicho reto nos compromete personalmente a conjugar otros verbos que no están en la lista de los más populares: renunciar, reutilizar, reciclar, compartir, aprovechar, reducir…

¿Nos atrevemos a dar el salto?…

Ojalá que podamos apoyarnos unos en otros para decir: “en ello estamos”.