La historia del colegio Blanca de Castilla (Burgos) se inicia en la primavera de 1968. Para preparar la celebración de los 50 años de vida se están recogiendo datos diversos de ese medio siglo de presencia educativa en la ciudad. Pero Pilar García-Junco, junto con una profesora de primaria del colegio, ha querido ir un poco más allá y ha rastreado las huellas de la Madre Cándida en Burgos, buscando la localización actual de la casa donde vivió Juana Josefa Cipitria mientras estaba como sirvienta de la familia Sabater (entre los años 1865 y 1868)

Partiendo de los datos recogidos en los escritos de Carmen de Frías FI que marcan que ese domicilio se encontraba en la tercera planta del número 44 de la calle San Juan, han recurrido al Ayuntamiento, al Archivo Municipal y al Archivo Diocesano para acabar señalando que “todos los datos apuntan a que la casa donde vivió la Madre es el número 26”.

Y concluye Pilar García-Junco:

Nosotros estamos aquí, seguimos siendo parte de ella, continuamos con la labor que ella comenzó. Somos, todos los que somos Jesuitinas, la prolongación viva de su historia. La casa, lo material, a veces es lo de menos; nos gusta saber y es bueno sentir la proximidad histórica que nos puede dar una casa, la casa donde estuvo ella, el espacio físico que nos la recuerda; pero eso no creo que sea determinante. Lo más importante es hacer lectura actualizada del paso de Dios por nosotros y ser coherentes con el modelo de vida al modo de Jesús que la Madre Cándida nos dejó, y que nosotros hemos elegido, vivamos en la casa que vivamos. Es aquí cuando el espacio, el tiempo y lo material se diluyen en la historia porque lo que prima es el espíritu.

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