Este 10 de noviembre, con motivo de la formación para el profesorado que lleva 15-20 años en los colegios de la Fundación Educativa Jesuitinas, Daniel Sánchez, uno de los miembros de la Comisión de transformación del antiguo museo, ha tenido el enorme placer de reencontrarse con el Espacio Expositivo Santa Cándida. Él mismo nos cuenta su experiencia.
“Después de la inauguración, el 17 de junio, no había vuelto. Me emocionaba volver al lugar en el que, durante dos años, “el equipo del museo”, Rubén del Castillo, Rosa Espinosa y yo, trabajamos y convivimos de manera tan intensa. El lugar en el que, como equipo, miembros de la Familia Madre Cándida, profundizamos en el conocimiento de santa Cándida, juntos la redescubrimos, actualizamos su figura a la luz del contexto histórico y el saber teológico, en contacto con sus objetos y los espacios que habitó.
En este lugar expresamos, con rigor, buscando cuidar cada detalle, con ayuda de la empresa Vacceo, una declaración de admiración y amor hacia la fundadora de las Hijas de Jesús, lleno de cariño, respeto y sencillez. En el Palacio de Montellano quedó, en forma de luces, paneles, audiovisuales y vitrinas, la experiencia de nuestro viaje espiritual, un regalo que quisimos transmitir a “nuestros queridos visitantes”. Desde entonces, cada vez que un grupo pasa por Montellano y vive la experiencia del “Espacio Expositivo”, sentimos cosquillas en el estómago y, como chiquillos, nos preguntamos ¿Les ha gustado? ¿Cómo lo han vivido? ¿Les ha llegado? ¿Han visto más allá de las luces y los paneles? ¿Han salido fortalecidos, con una identidad más sólida, una fe más fuerte, identificados, con el corazón tocado? Pues ese era nuestro objetivo. Rosa y Rubén, con directores u otros profesores de sus colegios, habían podido guiarlo… y yo me moría de ganas de hacerlo, verlo “en directo”. Y esta semana, he podido disfrutar de la experiencia de guiar una visita a un grupo maravilloso de 30 compañeros y compañeras de Jesuitinas, educadores que llevan el mismo tiempo que yo en los colegios de la Fundación, personas vocacionadas, hermanos y hermanas de nuestra familia carismática. Y he sido testigo de cómo la visita al espacio les ha llegado. Y ha sido sido emocionante.