Después de la relación sobre el estado de la Congregación, que ha ayudado para conocer mejor qué capacidades debe tener la Superiora General (SG) y qué defectos pueden hacerla menos apta en este momento, llega el momento de su elección.

Podrá ser elegida para este servicio cualquier Hermana de la Congregación, presente o ausente en la Congregación General (CG), que tenga al menos cuarenta años de edad y diez de profesión perpetua.

En el Reglamento de la CG se cuida especialmente el tiempo previo a la elección de la Superiora General para ayudar a buscar y hallar la voluntad de Dios con la mayor rectitud de intención y limpieza por parte de las Electoras. Para ello:

  • Estará precedida de algunos días vividos más especialmente en clima de oración y discernimiento, para que en ese ambiente se pueda mejor y más fácilmente hallar la persona que conviene para gloria de Dios y buen gobierno de la Congregación.
  • Habrá unos días destinados a solicitar información acerca de las Hermanas. Durante esos días, y sobre el tema de la elección, solo hablarán entre las propias Electoras, no con ninguna otra hermana.
  • Pedirán las informaciones que crean convenientes, a propósito de personas concretas presentes o ausentes.
  • Las hermanas de las Provincias pueden enviar también por medio de alguna Electora sus propuestas. En estos días, las Congregadas podrán preguntar y considerar el sentir de estas hermanas.
  • Al pedir y dar información procederán con recta intención, con deseo del bien común y del buen gobierno de la Congregación, sin dejarse llevar de afectos humanos desordenados, de preferencias o prejuicios.
  • Se guardarán de exageraciones, sin decir temeraria o inconsideradamente sus opiniones, sino lo cierto por cierto, lo opinable por opinable.
  • Referirán las cualidades y defectos con simplicidad y objetividad, sin pronunciarse sobre si la persona debe o no ser elegida.
  • Nadie suscitará un movimiento en favor o en contra de ninguna; ni pretenderá dar información a quien no se la pida.
  • Se abstendrán las Hermanas de buscar, directa o indirectamente, votos para sí o para otras.
  • La información que se pide o se da ha de ser personal y exige toda reserva; en ningún caso se debe comunicar en grupo.
  • Después de haberse informado, todas han de reflexionar y ponderar las informaciones recibidas y, sobre todo, suplicar a Dios la luz necesaria para hacer una buena elección, sin tomar decisión alguna hasta que llegue el momento de emitir el voto.
  • Se celebrará la Eucaristía con esta intención.
  • Mientras dura la elección, todas las Hermanas de la casa se reunirán en oración para encomendarla a Dios.
  • El acto de la elección comenzará recitando una invocación al Espíritu continuando con un rato todas en oración. En este tiempo de oración, cada una de las Electoras, sin hablar con nadie, en presencia de su Creador y Señor, con las informaciones recibidas, determinará consigo misma a quién de las presentes o de las ausentes ha de dar su voto para Superiora General.

 

Sigue aquí las crónicas de estos días en torno a las elecciones en el CG18FI:

Crónica del día 7º de la CG: Día de descanso en medio de la CGXVIII

Día 8º: Conociéndonos III