La semana pasada leíamos “Disponerse juntas para la CP”. Era la crónica del encuentro que ha servido de preparación inmediata para la Congregación Provincial que se celebrará en diciembre.
La CP no es un fin en sí misma, sino que se celebra en función de la misma Congregación General (CG). “Su fin principal es elegir a las Hermanas que, junto con la Superiora Provincial, representarán a la provincia en la Congregación General.” (CFI 251)
Por eso, prepararnos para la CP es trabajar para que la CG sea un momento de gracia del Señor para la entera Congregación.
Hoy nos llegan los ecos de las mismas congregadas después de la reunión del 10 y 11 de noviembre.
RESONANCIAS INTERNAS DE ESTOS DOS DÍAS
- Para vivir en proceso de discernimiento debo cuidar, necesito crecer en: ESCUCHA profunda (a Dios, los demás, la realidad) e INDIFERENCIA (salir de mi propio querer e interés, desprendimiento…).
- Alegría honda y confirmación de que el discernimiento es el camino indicado.
- Percibo que hay deseo y llamada a hacer discernimiento en común. Cuando estamos atentas, percibimos juntas el aleteo del Espíritu.
- Gratitud por el encuentro, porque las personas son ayuda para caminar unidas en este momento de historia congregacional.
- Si la vida religiosa vuelve al discernimiento, vuelve a sus raíces. Necesitamos practicarlo mucho para volverlo a aprender. Ahí nos jugamos nuestra razón de ser.
- Que si no buscamos lo mejor para la Congregación desde Dios, no haremos gran cosa.
- La confianza de que nuestro modo de proceder en la CP, ayuda de verdad a discernir lo que Dios quiere de nosotras.
- Que el Espíritu del Señor y el discernimiento son dos elementos imprescindibles en una Congregación General.
- “Hacer pie” ya en la CP. Rica sensación de Encuentro y Comunión. Urge discernir.
Deseamos seguir alimentando estas resonancias para que sean luz que oriente el desarrollo de la CP