Por primera vez en la historia, este año las diferentes organizaciones internacionales de la enseñanza católica han acordado, a propuesta del Papa Francisco y como una iniciativa más para el desarrollo de un Pacto Educativo Global, celebrar un Día Mundial de la Educación Católica. Así que, qué mejor momento para recordar y agradecer la labor de todos aquellos que la hacen posible.

Desde sus orígenes, las escuelas católicas han estado plenamente comprometidas con la ciudadanía global, contribuyendo al pluralismo educativo y defendiendo el derecho a la educación. Una tarea que no sólo ha centrado sus esfuerzos en la instrucción y enseñanza de múltiples generaciones, sino que, además, ha sabido educar desde dentro de la persona, cultivando su identidad y empoderándola.

Las escuelas católicas llevan en su ADN el compromiso de formar hombres y mujeres concienciados y convencidos de la necesidad de construir un mundo más justo, pacífico y solidario. El camino para conseguirlo pasa por experimentar los valores que nos hacen hermanos y que hacen realidad el sueño de una humanidad fraterna. Ahora, ante la complejidad, la incertidumbre y la metamorfosis que está experimentando el planeta, este modo de educar parece más necesario que nunca.

El verdadero servicio de la educación es la educación al servicio y nosotros nos sentimos orgullosos de afirmar que nuestra Fundación Educativa y los 22 colegios que la integran cumplen perfectamente con esta misión. La esencia de nuestra comunidad educativa, con su sentido evangelizador y los rasgos propios de las Hijas de Jesús, va más allá del puro cultivo intelectual y centra sus esfuerzos en ayudar a desarrollar personas autónomas, creativas y comprometidas. En cada uno de los centros permanece viva la esencia, el carisma y el estilo educativo que Santa Cándida María de Jesús cultivó y transmitió. Todos ellos conciben la educación como una herramienta clave para la fraternidad y, teniendo siempre presente el diálogo fe-cultura, crean un clima impregnado de valores cristianos, formando con sencillez, amor y alegría a la entera persona.

Fundación Educativa Jesuitinas, Colegio Hijas de Jesús (A Coruña), Colegio Stella Maris (Almería), Colegio Virgen de la Paz (Almería), Colegio Mare de Déu de l’Assumpció (Badalona), Colegio La Inmaculada (Bilbao), Colegio Blanca de Castilla (Burgos), Colegio Santa María (Elche), Colegio Santa María (Granada), Colegio María Reina (Madrid), Colegio María Virgen (Madrid), Colegio Mater Purissima (Madrid), Colegio Gamarra (Málaga), Colegio San José (Medina del Campo), Colegio Santa Mª de la Paz (Murcia), Colegio María Assumpta (Noia), Colegio Hijas de Jesús (Pamplona), Colegio Sagrado Corazón (Salamanca), Colegio Nuestra Señora de Aránzazu (San Sebastián), Colegio Juan Nepomuceno Rojas (Sevilla), Colegio Herrikide Jesuitinak (Tolosa), Colegio Sagrada Familia (Valladolid), Colegio Miralba (Vigo), y el resto de escuelas católicas del mundo… ¡Gracias por vuestro trabajo!