Jóvenes FI: «Los ‘Descansa y confía’ nos han unido de corazón»

El pasado 28 de enero, como cada último viernes de mes, nos volvimos a unir para nuestro primer Descansa y Confía de este 2022. Como siempre, un grupo de jóvenes e Hijas de Jesús de diferentes países y de distintas partes de España nos unimos en un espacio de oración, que supone una pausa en medio de la rutina. Un espacio para, como su propio nombre indica, descansar y confiar, para conectarnos, para rezar y, este mes de una manera especial, para recordar que el carisma de la Madre Cándida sigue muy presente.

Después de un año dedicando este espacio a distintos rasgos de la Madre Cándida, siguiendo la propuesta “12 meses, 12 experiencias”, en esta ocasión decidimos dedicarlo a pasar por el corazón la celebración del 150 aniversario, que a todos nos ha dejado huella y que todos hemos vivido de forma especial y sintiéndonos muy cerca a pesar de la distancia.

Resulta complicado expresar de manera resumida todo lo que nos llevamos de unos meses tan intensos y especiales, pero hemos querido resaltar el agradecimiento por todo lo vivido, por ser parte de la Familia Madre Cándida y por todas aquellas personas que siguen transmitiendo el carisma. Quisimos representar la universalidad que tan presente ha estado en estos últimos meses para nosotros, la unión y lo cerca que nos sentimos y, para ello, como símbolo, todos dibujamos unos muñecos unidos de la mano en los que escribimos los rasgos de la Madre Cándida que nos sentimos llamados a vivir con más profundidad, cada uno desde lo que es y desde su situación y vivencia. Y surgió un compartir muy bonito entre todos, en el que muchos se animaron a participar manifestando su agradecimiento, su cariño, la alegría de los reencuentros en la celebración y su deseo de llevar el carisma y vivirlo allá donde vayan. Y todos nos escuchamos, vimos y sentimos que el carisma de la Madre Cándida sigue muy vivo. Y sí, es un carisma compartido. Compartido por muchos jóvenes, laicos e Hijas de Jesús que tenemos el deseo y la inquietud de seguir transmitiéndolo y viviéndolo.

Para la Comisión de Jóvenes FI, la preparación de estos Descansa y Confía es también un momento muy especial. Si bien es cierto que hay un gran trabajo detrás de cada una de las oraciones que hemos preparado, también lo es que hay muchísimo cariño, muchas ganas, ilusión y mucho Dios. Estos espacios nacen de nuestras propias oraciones, de escoger un texto que pasamos por el corazón, sobre el que reflexionamos y rezamos. De todo lo que va saliendo de nuestra propia oración se va construyendo cada Descansa y Confía, que con tantísima ilusión compartimos. Los cinco (cuatro jóvenes y una Hija de Jesús) hemos hablado muchas veces de lo que supone para cada uno el preparar estas oraciones, y, sin duda, si algo cabe destacar es que esto nos ha unido de corazón. Nos ha unido porque compartimos momentos de oración en los que nos sentimos plenamente confiados, con libertad de expresar todo lo que se nos va moviendo por dentro. Compartimos momentos de risas, compartimos cómo nos va a cada uno desde su rutina, compartimos reflexiones, compartimos fe… Compartimos reuniones que, más que eso, suponen para nosotros momentos de olvidarse de todo lo demás y disfrutar. Porque realmente lo disfrutamos y lo vivimos desde lo más profundo del corazón.

Para nosotros, que seguimos soñando en grande, estos espacios de compartir en el que nos unimos tantas personas de tantos lugares son un verdadero regalo. Así que, para seguir compartiendo estos momentos tan bonitos, os esperamos a todos en el próximo Descansa y Confía. A partir de ahora, tendremos este espacio a las 20:00 (hora española). Lo que no cambia es el día, que, como siempre, será el último viernes de mes (25 de febrero). Nos vemos y encontramos allí, con las mismas ganas e ilusión de siempre, e incluso más.

Sabela Rivas, Comisión de Jóvenes FI