En diferentes lugares de España, se están celebrando los Círculos del Silecio. También, aquí en Lleida. Es una iniciativa europea y están promovidos por Cáritas y otras muchas entidades. Su objetivo es apoyar a los refugiados y el sufrimiento que supone salir de su “casa”, familia, país y llegar después de muchos esfuerzos y dolor a otro lugar distinto en todo y dónde nadie te recibe. No conocen la lengua, no tienen “Papeles” y muchas veces, sin amigos.
Hablo de refugiados, pero en un sentido amplio, cualquier persona desplazada de su país, de forma oficial o no oficial. Refugiado o emigrante, están muy cerca, y aquí en Alcarràs los tenemos todos los días. Nos encontramos con muchos chicos de Mali que hasta hace unos meses también tenían el estatuto de refugiado.
Los Círculos del Silencio los engloba a todos, todos, todos tienen y sufren las mismas experiencias de despojo de lo suyo para acoger un mundo desconocido, y sin derechos.
Se quiere romper las frontera que se reproduce en nuestras calles, en nuestros barrios, en nuestro imaginario… para separar a los de aquí de los de allá, lo legal de lo ilegal, los documentados de los indocumentados, los que estamos de los que llegan…
El Papa Francisco nos sigue invitando a salir al encuentro de las personas refugiadas que llegan a nuestras ciudades. Recibir con alegría, acoger con agrado, consolar su sufrimiento e integrar en nuestros pueblos un itinerario de nos haga más personas a los que llegan y a los que acogen, que nos una como familia humana y como hermanos desde la ayuda y la solidaridad.
Enriqueta Seva Ortuño.
Comunidad de Alcarràs, Lleida.