El pasado 13 de septiembre, nos reunimos de manera virtual el consejo provincial y las superioras locales.
Comenzamos el encuentro con un momento de oración. Cada una teníamos preparada una vela para este momento, que encendimos al comenzar como signo de la presencia del Señor y del deseo de ponernos en sintonía con el Espíritu.
Tras ese momento, Rosa Espinosa FI nos invitó a dejarnos cuestionar por esta imagen:
Éramos invitadas a tomar conciencia de que en la vida, concretando en este curso que comenzamos, todas tenemos potencialidades para dar nuestra mejor versión y no de cualquier modo, no cualquier versión. Para ello, recordaba las palabras del Papa al inicio de este año jubilar de tomar nuestra hoja de ruta y asumir el reto que nos plantea la Madre Cándida de ser verdaderas Hijas de Jesús.
Rosa Espinosa FI recordaba, además, algunas palabras de la carta 19 de la superiora General.
Recibimos en él la invitación a poner a Jesús siempre en el centro y dejar que el Padre trabaje en nosotras lo que el Espíritu quiera plasmar en nuestras personas y, a través de nosotras, en el mundo.
En este descentrarnos deseamos poner a los demás, a los prójimos, ¡a los que son diferentes a mí! Y, por eso, don de Dios para mí.
Salir de nuestro “yo, yo, yo” que tanto nos empequeñece para ir siempre al encuentro del otro, de la otra, diferentes… lo que implica una gran riqueza.
Esto, lo hemos visto en la vida de nuestra querida Fundadora. Mujer de fe, que puso a Dios, y un Dios encarnado, en el centro de su vida de Fundadora. Cándida María de Jesús nos seguiría alentando hoy en la fe, fe, fe, viva, constante, eterna.
Al convocarnos, la Superiora Provincial nos invitaba a hacer una reflexión serena, previa al encuentro partiendo de dos preguntas:
- Ante el inicio de este curso que comienza, ¿cómo te sientes? Sintetízalo en dos palabras
- Desde tu envío como superiora, ¿qué dos inquietudes te brotan?
Dedicamos el primer momento a compartir nuestras respuestas en un clima de escucha. Cada una lo hizo desde su momento y realidad, haciéndose presente la diversidad de la provincia.
En un segundo momento, Rosa Espinosa FI hizo un recorrido detallado por todas las actividades, recursos, encuentros virtuales, testimonios, momentos de oración… que hemos tenido la oportunidad de vivir en los meses que llevamos del año Jubilar de celebración del 150 aniversario del inicio de la Congregación. Desde lo escuchado, nos lanzó preguntas que tenían que ver con la inquietud que vive el Gobierno Provincial: ¿Seremos capaces de aprovechar esta oportunidad de gracia que es la Celebración de este 150 aniversario…?
Paramos unos minutos para que cada una reflexionase dos preguntas muy sencillas para luego compartirlas en grupo:
- Con una palabra, di qué te suscita escuchar ‘año jubilar’
- ¿Qué pasos podemos ir dando para ayudar a las hermanas a vivir este este último tramo que nos queda del año jubilar?
De nuevo, el compartir en los grupos pequeños fue fluido, cada una traíamos las vivencias y experiencias comunitarias que nos enriquecieron y cuestionaron y buscamos juntas modos y posibilidades para estos últimos meses y para más adelante. En gran grupo, escuchamos todas las aportaciones que el Gobierno Provincial recogió para darle un cierto orden, compartirlo y animarlo más adelante.
El tercer momento fue de cierre, compartiendo las resonancias del encuentro vivido de un modo sencillo:
- ¿Qué sentimiento nos dejaba el encuentro?
- ¿A qué éramos invitadas?
Rosa Espinosa FI finalizaba con una buena noticia: en lo posible, nuestro próximo encuentro, en diciembre, será presencial. Nos despedíamos todas con un gracias por lo compartido y con la esperanza en el nuevo encuentro.