Después de los eventos organizados en octubre y noviembre para comenzar a festejar los 50 años de presencia de las Hijas de Jesús en A Coruña, el pasado 8 de diciembre tuvo lugar en el colegio una Eucaristía de acción de gracias por este medio siglo de historia en la ciudad. La celebración tuvo lugar además en una fecha muy especial para la Congregación: el aniversario de su fundación en Salamanca en el año 1871, festividad de la Inmaculada, a quien la Madre Cándida dejó como “estrella de nuestros caminos” 

A las 12:00 horas dio comienzo la Eucaristía, presidida por Joaquín García de Dios, sacerdote jesuita vinculado con el centro educativo desde la llegada a la ciudad de las Hijas de Jesús.  Se celebró en el salón de actos del colegio y en ella se dieron cita Antiguos Alumnos, profesores y resto de educadores del centro, Hijas de Jesús, familias y alumnos del colegio. También acudió una amplia representación de la comunidad de Maristas de A Coruña, así como de los equipos directivos de los otros dos colegios de Jesuitinas de Galicia (Noia y Vigo)

“Enmarcar la celebración del cincuentenario del colegio de A Coruña en esta fecha es expresión de gratitud. Nos sentimos agraciados y agradecidos por tantos dones recibidos a lo largo de estos años de historia”, manifestó Mercedes Vilas en la monición de entrada, estableciendo en ella una vinculación entre María y la Madre Cándida, “las dos elegidas por Dios para colaborar con Él en su obra, el plan de salvación”.

En el momento del ofertorio, junto al pan y al vino, se pusieron sobre el altar el nombre de la Congregación, un limonero y una red. Simbolizan el deseo de continuar participando en el proyecto evangelizador de la Iglesia desde nuestro carisma particular,  las ganas de mantener las vivencias de cercanía y complicidad compartidas durante el pasado en el presente y  el futuro y la ilusión de avanzar juntos, en Misión compartida, religiosas y laicos.

Tras la comunión tomó la palabra MªCarmen Martín, Superiora Provincial. Recordó, leyendo un pasaje del diario de la casa del año 1967, que  en la celebración de la Inmaculada de hace 50 años, una hermana, todavía juniora,  había renovado sus votos. De esta manera introdujo el sencillo pero profundo y emotivo gesto de la renovación de los votos, ante todos los presentes, de las 20 Hijas de Jesús congregadas en esta Eucaristía.

Ana Baeza se encargó de realizar la Acción de Gracias. En sus palabras hizo presentes a todos los que con su cariño y entrega han colaborado en mantener este proyecto educativo: Hijas de Jesús, hermanos Maristas, padres y madres, educadores, personal de administración y servicio, alumnos… “Sobre todo, damos gracias a Dios que es el que mueve los corazones y pone en las personas los deseos de hacer el bien. Él ha mantenido y mantiene este querido colegio”.  Aprovechó también la ocasión para manifestar su agradecimiento personal por lo que ha supuesto en su vida el paso por el colegio. Y finalizó sus palabras con una propuesta a los presentes: “Decídete, lánzate a volar, porque merece la pena ser de las Jesuitinas”.

Continuando la fiesta

Tras la Eucaristía tuvo lugar un homenaje a todos los educadores, presentes y ya jubilados, del colegio. También dirigió unas palabras a todos los asistentes Juana Otero, directora del colegio. Fueron palabras cargadas de recuerdos, de vivencias, de orgullo… “Ojalá, dentro de otros 50 años, las paredes sigan contando, si no es a nosotros a los que estén, lo orgullosos que estamos de pertenecer a la familia de las Hijas de Jesús”.

Con un video recogiendo la historia del colegio (pincha aquí para visualizarlo) y con un aperitivo concluyó esta celebración de la Inmaculada. A lo largo del curso se continuará celebrando este cincuentenario con diversos eventos (más información en la web del colegio)