El 31 de julio de 1556 muere San Ignacio de Loyola en Roma. Su experiencia de búsqueda de Dios y su itinerario espiritual ha sido y es inspiración para muchos hombres y mujeres que han sido buscadores de sentido en sus vidas. Juana Josefa se encontró en Tolosa con la imagen majestuosa de San Ignacio en la iglesia de Santa María. Este santo guipuzcoano le movió a esta joven a ponerse en camino, a ser mujer de búsqueda, a buscar y hallar a Dios en todas las cosas.  Un camino que le llevó a ser Fundadora de las Hijas de Jesús. 

Santo mío, yo quiero hacer lo que dice ese libro. Santa Cándida María de Jesús. 

En silencio, en lo escondido

se pelean las batallas

más encarnizadas.

Contra el espejo interior, 

que me reprocha

suñeros imposibles, 

afectos de piedra, proyectos sin fecha. 

Contra el mundo, que tantas veces 

me descolocan, exige de más o de menos, 

me provoca o seduce, 

me envuelve y aturde.

Contra ti, Señor de lo escondido,

palabra callada, promesa sin hora, 

presencia velada,

distante cercanía que tan pronto brillas

como te ocultas. 

En el silencio, en lo escondido,

peleamos tú y yo. 

A brazo partido, a puro misterio,

a corazón abierto. 

Toda la vida es este combate. 

J.Mª Olaizola, sj

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